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Las pruebas de selectividad son una etapa crucial en la vida de cualquier estudiante. Son momentos de tensión y nerviosismo que pueden determinar su futuro académico y profesional. Sin embargo, ¿qué pasa si suspendes un examen de selectividad?
La selectividad, también conocida como Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), es un hito que marca el final de una etapa y el comienzo de una nueva aventura en la educación superior.
La realidad es que, a pesar de los esfuerzos y la dedicación, no todos los estudiantes consiguen los resultados esperados en la selectividad. El hecho de suspender un examen de selectividad puede generar preocupación, incertidumbre y dudas sobre el futuro.
En este artículo, te contaremos qué pasa si suspendes un examen de selectividad, además analizaremos las diversas alternativas disponibles para ti si te encuentras en esta situación y te orientaremos en cómo afrontar este nuevo desafío.
Suspender la EBAU es algo que, afortunadamente, no ocurre con frecuencia. Si echamos un vistazo a los datos proporcionados por el Ministerio de Universidades, observamos que en 2023 el 96,7% de los alumnos que se presentaron a la convocatoria ordinaria pasaron la prueba.
Esto es una tasa de éxito bastante alta. Significa que 97 de cada 100 estudiantes que hacen la EBAU, la superan sin problemas. Pero claro, siempre hay excepciones.
Por más que te hayas preparado para estos exámenes, a veces las cosas no salen como las planeas. Puede que los nervios te jueguen una mala pasada, que te quedes en blanco o que las preguntas del examen resulten más difíciles de lo esperado.
Incluso puede ser que hayas tenido un mal día y simplemente no estuvieras en tu mejor momento para rendir en el examen.
En los exámenes, como en la vida, nunca se puede estar completamente seguro de lo que va a pasar. Por eso, aunque el riesgo de suspenso es bajo, siempre existe.
Antes de analizar qué pasa si suspendes un examen de selectividad, tenemos que conocer cómo funciona el sistema de evaluación. Si no estás familiarizado con cómo funcionan estas pruebas de acceso a la universidad, no te preocupes, vamos a hacer un repaso.
Existen dos partes en estas pruebas de acceso a la universidad: la fase general y la fase específica. En la fase general, que es obligatoria, todos los estudiantes tienen que hacer cuatro exámenes. Estos son: Lengua Castellana, Historia de España, Inglés y una materia principal según la modalidad de Bachillerato que cursen.
Por ejemplo, Matemáticas II para Ciencias o Latín para Humanidades. Además, si vives en una región con un idioma cooficial, también tendrás un examen de esa lengua.
Cada uno de estos exámenes se califica de 0 a 10. Se considerará que la fase general está suspensa si la media de estas calificaciones obligatorias es de menos de un 4. Así que, si te preguntas qué pasa si suspendes un examen de selectividad, la respuesta es nada.
Eso sí, nada siempre que la media de todos sea superior a 4. Por lo que, si suspendes, por ejemplo, Historia de España, tendrás que compensar con las notas de las otras asignaturas.
La nota de la fase general cuenta un 40% de la calificación total y el otro 60% es la nota media del Bachillerato.
Como habrás visto, la nota de corte de algunas carreras se sitúa por encima del 10. Así que, si necesitas más nota, tendrás que hacer la fase específica con la que podrás llegar a un máximo de 14 puntos.
Esta fase es optativa y te puedes presentar hasta a cuatro exámenes más para mejorar tu nota. Sin embargo, sólo se tendrán en cuenta las dos mejores notas.
Lo interesante es que, aunque suspendas estos exámenes optativos, la media general no baja, es decir, mantendrás la nota media de las cuatro asignaturas obligatorias. Así que no te agobies pensando qué pasa si suspendes un examen de selectividad de la fase específica.
Si te enfrentas a la situación de no haber aprobado la selectividad, es normal sentir preocupación por el futuro y temor a perder un año en tu trayectoria académica. Sin embargo, es importante que recuerdes que existen diversas opciones y recursos disponibles para quienes se encuentran en esta situación.
Veamos detenidamente qué alternativas tienes:
Si has recibido las notas de selectividad y no estás de acuerdo, puedes solicitar una revisión de aquellos exámenes en los que tengas dudas. Cuando solicitas la revisión de tus pruebas de selectividad, estos serán corregidos nuevamente por otro profesor distinto al que los corrigió inicialmente.
La nueva calificación obtenida se utilizará para calcular la media entre la nota anterior y la revisada. Además, el sistema de evaluación también contempla aquellos casos en los que exista una diferencia importante entre ambas calificaciones.
Así, si hay una diferencia de dos o más puntos, un tercer profesor corregirá tu examen y, en este caso, tu nota final será un promedio de las tres correcciones.
No obstante, tienes que tener en cuenta que de la misma manera en la que una revisión te puede subir la nota, también te la puede bajar. Así que debes estar muy seguro antes de reclamar.
Además, ojo, no dispones de tiempo ilimitado para solicitar la revisión. La normativa de estas pruebas establece que podrás solicitar una revisión de tus notas en un plazo de tres días hábiles contados desde la publicación de las calificaciones.
El proceso para solicitar la revisión de tus exámenes es sencillo, ya que la solicitud se hace a través de la misma página web en la que se consultan las notas en un primer momento. Será la misma universidad donde te examinaste la que gestione tu revisión.
Tal vez has recurrido a la revisión, pero las cosas no han ido como esperabas. En ese caso, sigues teniendo opciones, ya que la selectividad cuenta con una prueba extraordinaria, que este año se celebrará en julio, salvo en Catalunya, que será en septiembre.
No obstante, la opción de presentarte a la convocatoria extraordinaria de selectividad puede suponer un desafío importante. El motivo principal es que la disponibilidad de plazas puede ser bastante más limitada en comparación con la convocatoria ordinaria.
Esto significa que es probable que sólo puedas optar por carreras que tengan un 5 de nota de corte. Por eso mismo, si tienes en mente estudiar una carrera con mucha demanda como Enfermería o Informática, es posible que esta alternativa no sea la más adecuada para ti.
Como acabamos de ver, tal vez las plazas que quedan en la convocatoria extraordinaria no satisfagan tus expectativas. En ese caso, es preferible que te prepares para presentarte de nuevo el año que viene para acceder a alguna carrera que verdaderamente te llene.
Es cierto que muy poca gente recurre a esta alternativa por el tiempo que requiere, pero puedes aprovechar para, por ejemplo, trabajar mientras te preparas para las pruebas nuevamente.
Si la idea anterior no te motiva demasiado, también puedes tomarte un año sabático. Esta opción, que en otros países se conoce como Gap Year, no es muy popular en España, pero puede ser una alternativa muy interesante. Este año sabático te puede dar una oportunidad única para explorar el mundo y enriquecerte tanto a nivel personal como profesional.
Podrías dedicar este tiempo a viajar y conocer nuevos lugares y aprovechar para aprender un nuevo idioma, ya sea con cursos o interactuando con nativos. También puedes hacer un voluntariado.
Esta opción puede ser muy gratificante y te puede ayudar a crecer mucho al contribuir en causas importantes, mientras desarrollas soft skills como el trabajo en equipo o la empatía.
Además, este Gap Year te puede ayudar a ganar experiencia laboral en el extranjero. La experiencia, como bien sabrás es muy valorada en el mercado del trabajo y te puede permitir hacer contactos muy valiosos.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la EBAU no es la única vía de acceso a la universidad. Una alternativa a estas pruebas es la Formación Profesional (FP) que, además, te dará una educación específica y práctica centrada en el área profesional que te interesa.
Si te da pánico perder un año después de no obtener los resultados que esperabas en selectividad, la FP puede ser tu mejor opción. Esta formación se especializa en el sector que tú elijas y, además, es muy práctica. Por eso, obtendrás experiencia real en tu campo desde el primer día.
Además, te da la oportunidad de acumular una base muy sólida de conocimientos y habilidades antes de entrar en la universidad. Si, por ejemplo, quieres hacer Enfermería pero no te ha dado la nota, puedes empezar cursando el ciclo formativo de Auxiliar de Enfermería.
De la misma manera, si te interesa hacer informática, puedes comenzar tu formación con el Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Web.
A partir del Grado Superior, podrás entrar en la universidad sin hacer selectividad. También entrarás a la carrera mejor preparado y con más experiencia en tu área de interés. Además, puedes convalidar créditos universitarios y avanzar más rápido en tu carrera.
Por eso, si tienes dudas sobre qué pasa si suspendes un examen de selectividad o, directamente, sobre si te dará la nota, considera la opción de cursar un FP. En ILERNA, tenemos disponibles ciclos de una gran variedad de familias profesionales.
Así que antes de entrar en pánico al preguntarte qué pasa si suspendes un examen de selectividad, respira. Como acabamos de ver, no es el fin del mundo y tienes otras alternativas para seguir adelante en tu camino hacia la universidad o tu futuro profesional.
Es normal que te sientas desanimado o preocupado pensando qué pasa si suspendes un examen de selectividad, pero lo más importante es mantener la calma y analizar todas las opciones que tienes disponibles.
Cada uno tiene su ritmo y su manera de llegar al éxito, y no aprobar la selectividad no significa que seas menos válido ni que esté todo perdido. Lo fundamental es aprender de la experiencia y estar dispuesto a explorar nuevas oportunidades que puedan surgir en el camino.
Así que ya sabes, ¡relax y a seguir adelante! La respuesta a la pregunta qué pasa si suspendes un examen de selectividad es nada, ya que siempre hay otras opciones y oportunidades que te están esperando.
Soy periodista por vocación. Me apasiona investigar y eso me llevó a trabajar como divulgadora científica. Más adelante, me especialicé en Comunicación Digital con enfoque SEO. Actualmente, combino mis dos pasiones creando contenido educativo que convierte temas complejos en información accesible y de valor.
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