Técnicas de primeros auxilios en ahogamiento por agua

En este artículo te vamos a explicar las técnicas de primeros auxilios en ahogamiento por agua. Si quieres aprender a actuar ante una situación de emergencia y hacer de ello tu profesión, fórmate como Técnico en Emergencias Sanitarias.

Bañarse en la playa, la piscina o medios naturales es muy divertido y, además, nos ayuda a combatir el calor sofocante del verano. Pero, en esta época se disparan los casos de muertes por ahogamiento, sobre todo en niños y personas mayores. 

Solo en 2022, el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) registró 394 muertes en espacios acuáticos, un 50% más que el año anterior. 

Además de pedir ayuda a los servicios de emergencia, es fundamental conocer las técnicas de primeros auxilios en ahogamiento por agua. Esto te permitirá tener una respuesta rápida y efectiva en caso de emergencia.

Protocolo de actuación en ahogamientos por agua

El agua es fuente de vida y también de diversión, pero puede ser muy peligrosa si no se toman las precauciones adecuadas. Los ahogamientos en medios acuáticos requieren de atención inmediata. 

Sin embargo, no siempre sabemos cómo actuar. Por este motivo, hemos preparado una guía de primeros auxilios en ahogamiento por agua. El primer paso es aplicar el protocolo PAS (proteger, avisar y socorrer).

1. Proteger: el primer paso es autoprotegerse para poder garantizar la seguridad de la víctima. Si sientes que estás en peligro, pide ayuda y espera a los servicios de emergencia.
2. Alertar o avisar: a continuación, debemos contactar con los servicios de emergencia lo más rápido posible. En España, se debe marcar el número 112.
3. Socorrer: los operadores nos pueden indicar paso a paso cómo ayudar a la víctima mientras llegan los servicios de emergencia.

Qué hacer ante un ahogamiento paso a paso

Si nos encontramos a una persona inconsciente en el agua, o fuera de ella, el primer paso es liberar la vía aérea (nariz y boca). Si esto ocurre dentro del agua, es primordial garantizar nuestra propia seguridad y, después, pedir ayuda.

1. Evalúa la situación: asegúrate de que tú y el área circundante sean seguros antes de acercarte a la persona que se está ahogando. Si hay peligros, como corrientes fuertes o riesgo de ahogarte tú mismo, solicita ayuda antes de intervenir.
2. Llama a los servicios de emergencia: si te das cuenta de que alguien se está ahogando, pide ayuda de inmediato.
3. Proporciona flotación: trata de lanzar o extender algún objeto flotante, como un flotador, un chaleco salvavidas o una cuerda.
4. Ayúdale a salir del agua: si es posible y la víctima está cerca de la orilla, puedes intentar extender un objeto largo, como una rama o un palo, para que lo agarre y pueda ir hacia un lugar seguro.
5. Realiza la maniobra de Heimlich (compresiones abdominales): si la persona está consciente y muestra signos de obstrucción de las vías respiratorias, puede ser necesario realizar la maniobra de Heimlich. Esta técnica no se puede aplicar en personas inconscientes.
6. Realiza la RCP o “boca a boca” (reanimación cardiopulmonar): si la persona está inconsciente y no respira, le debes practicar la RCP de inmediato.

Medidas de prevención de ahogamientos en el agua

El primer paso para evitar ahogamientos en el agua, y también el más importante, es prevenir. Para ello, debes tener en cuenta las características del medio acuático en el que te encuentras: mar, piscina, río, lago o embalse. 

Además, enseñar tanto a niños como a adultos las técnicas de primeros auxilios en ahogamiento por agua puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En líneas generales, es fundamental contar con habilidades de natación básicas que nos permitan, al menos, mantenernos a flote para pedir ayuda. 

Asimismo, a la hora de bañarse, es recomendable sumergirse en el agua poco a poco para evitar cambios bruscos de temperatura. De lo contrario, se podría padecer el síndrome de inmersión, que provoca mareos, vómitos e incluso la pérdida de conocimiento o la muerte.

Por lo que se refiere a la prevención de ahogamientos en niños, se debe aplicar la regla 10/20. Consiste en vigilar a los niños cada 10 segundos y no alejarse de ellos a una distancia que cueste recorrer más de 20 segundos. De este modo, podremos actuar con rapidez ante una situación de emergencia.

Prevención de ahogamientos en el mar

El mar es uno de los medios acuáticos más desafiantes y peligrosos. El oleaje y las corrientes pueden ser una amenaza para la seguridad de los bañistas, sobre todo para quienes no saben nadar o no tienen la destreza suficiente para nadar entre las olas.

• Señalización: todas las playas cuentan con una o varias banderas cuyo color indica en qué estado se encuentra el mar. La bandera verde indica que el mar está en calma y no hay riesgo. La bandera amarilla indica que el baño está permitido con precauciones, mientras que la roja prohibe el baño. 
• Barreras y boyas: sirven para delimitar las áreas seguras de natación y restringir el acceso a áreas peligrosas, como corrientes o zonas con rocas sumergidas. Los bañistas deben prestar atención a estos elementos y no traspasar sus límites.
• Vigilancia constante: los socorristas deben mantener una vigilancia continua sobre el agua y los bañistas. Además, si hay niños, es primordial que las familias estén pendientes de ellos todo el tiempo.
• Equipamiento de seguridad: las playas deben contar con equipos de rescate y primeros auxilios. Tales como flotadores, botiquines de primeros auxilios y comunicaciones de emergencia.

Prevención de ahogamientos en la piscina

Más de la mitad de los ahogamientos infantiles se producen en piscinas sin vigilancia, sobre todo particulares o comunitarias. Así pues, la primera de todas las medidas, seguida del resto, es la siguiente:

1. Supervisión constante: es esencial que siempre haya un adulto responsable supervisando a los niños.
2. Barreras físicas: instalar barreras físicas alrededor de la piscina, como escaleras de seguridad, puede ayudar a prevenir el acceso no autorizado. Sobre todo el de los niños pequeños.
3. Uso de sistemas de flotación: si los bañistas no saben nadar o tienen poca experiencia, es recomendable el uso de flotadores o manguitos.
4. Enseñar normas de seguridad: no correr alrededor de la piscina y no nadar bajo la influencia del alcohol o drogas.

Prevención de ahogamientos en ríos, lagos y embalses

En los ríos y embalses, el agua puede ser impredecible y presenta más riesgos en comparación con una piscina. En los medios acuáticos naturales, es primordial estar más atento que nunca y tomar medidas para prevenir posibles ahogamientos.

1. Conocer el entorno acuático: es importante familiarizarse con el entorno y observar las corrientes, la profundidad del lugar y los obstáculos, entre otros.
2. Evaluar las condiciones del agua: antes de nadar, verifica las condiciones del agua, como la temperatura, corrientes o posibles peligros ocultos.
3. No nadar solo: en los ríos y embalses es más recomendable nadar con otras personas. De este modo, en caso de emergencia, pueda haber alguien cerca para proporcionar ayuda.
4. Evitar zonas peligrosas: mantente alejado de zonas peligrosas como presas, cascadas, rápidos, remolinos, corrientes fuertes, aguas estancadas o áreas con vegetación densa que pueda enredarte.
5. No saltar de lugares elevados: a pesar de que pueda parecer divertido, es recomendable evitar saltar desde acantilados, puentes o cualquier punto elevado. Con la excepción de que el espacio esté claramente designado para ello y sea seguro hacerlo.

Bañarse sí, pero con seguridad

Conocer y aplicar técnicas de primeros auxilios en caso de ahogamiento puede ser crucial para salvar vidas y evitar tragedias. Asegúrate de estar preparado, educa a quienes te rodean y nunca subestimes la importancia de la seguridad acuática. Recuerda, tu diversión no debe convertirse nunca en tragedia.