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A la hora de estudiar, es habitual distreaerse con cualquier cosa, por lo que no es de extrañar que muchos estudiantes se pregunten cómo concentrarse para estudiar durante varias horas.
Concentrarse y memorizar son dos partes fundamentales del proceso de estudio, ya que facilitan la asimilación y el recuerdo de los contenidos. Sin embargo, vivimos en un mundo acelerado y plagado de estímulos que dificultan nuestra atención hasta el punto de no ser capaces de mantenerla durante un tiempo prolongado.
Si te has sentido identificado en algún momento, sigue leyendo. Desde ILERNA te traemos la guía definitiva con las mejores técnicas de concentración y memorización. ¡Toma nota si quieres mejorar tus resultados académicos!
Conseguir un buen hábito de estudio que nos permita concentrarnos y retener bien todo el temario no es una tarea fácil. Hoy en día, todas las personas estamos sometidas a una gran cantidad de estímulos, sobre todo los procedentes de Internet y las redes sociales.
Además, otras muchas personas cuentan con responsabilidades más allá del ámbito académico, como el trabajo o la familia. Esto provoca problemas de concentración y puede afectar a la memoria, provocando frustración a la hora de afrontar la preparación de un examen.
La falta de concentración se ha convertido en un problema muy habitual entre estudiantes de todas las edades. Como veníamos diciendo, afecta tanto a niños, como a adolescentes y personas adultas. El exceso de estímulos a nuestro alrededor, el uso excesivo de pantallas y de redes sociales o la falta de descanso son algunas de las principales razones. Además, el estrés y la sobrecarga de trabajo también pueden dificultar la concentración y perjudicar nuestro desempeño académico.
Podríamos decir que, actualmente, Internet es la mayor fuente de distracciones para todas las edades. La posibilidad de acceder a un sinfín de contenidos al alcance de nuestra mano hace que la tarea de concentrarse se dificulte enormemente. Numerosos expertos vinculan la falta de atención a la hiperconectividad que caracteriza la sociedad actual, puesto que el algoritmo está diseñado para mantenernos conectados todo el tiempo.
Además, también hay otros factores a tener en cuenta, como la propia capacidad de prestar atención. Concentrarse implica centrar nuestra atención en una sola cosa, algo muy difícil cuando estamos respondiendo mensajes en el móvil cada dos por tres o mirando las musarañas, como dirían algunos profesores. No obstante, siguiendo los consejos que te explicamos a continuación, podrás mejorar esta habilidad.
La falta de concentración en los estudios no solo perjudica los resultados de los exámenes, sino también nuestro aprendizaje en general.
Como ya hemos comentado, Internet y las redes sociales son actualmente el mayor foco de distracción. Para muchas personas, tener el móvil al lado puede provocar una imperiosa necesidad de consultarlo cada cinco minutos, incluso sin tener las notificaciones activadas. Por esta razón, a la hora de mejorar nuestra capacidad de estudio, lo primero de todo es apartar aquello que nos puede distrae, poner el móvil en modo silencio y apartarlo de tu vista.
Por otro lado, puedes seguir estos consejos para mejorar tu concentración.
Está más que demostrado que para estudiar de forma ágil y productiva es necesario contar con un espacio amplio, tranquilo y ordenado. De esta forma, tendrás a mano todos los materiales y recursos necesarios para sentirte cómodo y evitar cualquier distracción.
Esto es especialmente importante si estudias desde casa, ya que la cantidad de distracciones que hay a tu alrededor puede dificultar enormemente la concentración. Siguiendo este consejo, no tendrás que levantarte porque te has olvidado un bolígrafo, y eso no te servirá de excusa para acabar poniendo lavadoras o acariciando al gato.
Si quieres estudiar sin presión, es importante planificar el temario que debes estudiar y las horas que dedicas a cada apartado. Una de las herramientas que nos pueden ayudar son los cronogramas.
A través de esta representación gráfica, podemos incluir todos los puntos a tratar y dividirlos según el tiempo que tenemos disponible y el nivel de implicación que requiera dicho temario.
No olvides ser lo más realista posible a la hora de repartir los días y las horas. Debes tener en cuenta que el objetivo de este ejercicio es que nuestra concentración esté al 100% durante el rato que estamos estudiando.
Por otro lado, otra de las técnicas que puedes utilizar para mejorar la productividad y mantener la concentración es la técnica Pomodoro. Esta consiste en dividir el tiempo de trabajo en intervalos de 25 minutos, conocidos como “pomodoros”, seguidos de pausas cortas de 5 minutos.
De esta forma, podrás centrar tu atención durante un rato y, a la vez, hacer descansos cortos para despejar la mente.
Otro de los factores que pueden afectar a nuestra concentración de manera negativa es el ruido ambiente. Por ello, aconsejamos cerrar las ventanas, apagar el televisor y evitar cualquier tipo de distracción que pueda proceder del exterior. Además, es bueno que las personas que vivan contigo sepan cuál es tu rutina de estudio.
De este modo, podrán adaptarse a ti para hacer el menor ruido posible y respetar tu concentración.
Es muy importante intercalar el temario de estudio según su nivel de dificultad y nuestras preferencias. De esta manera, conseguirás activar tu atención y mantenerla más fácilmente. Por ejemplo, puedes empezar con el tema más complicado para que, cuando tu atención disminuya, la actives de nuevo con un tema más fácil.
El cerebro necesita energía para funcionar; mucha, además. Por esta razón, igual que descansamos nuestros músculos, también tenemos que descansar nuestra mente. Para ello, es fundamental dormir un mínimo de 7 horas diarias.
Además, también puedes introducir prácticas que te permitan desconectar, como el yoga, la meditación o el ejercicio físico. Esto te ayudará a reducir el estrés y centrar la atención en el momento presente.
La práctica deportiva es beneficiosa a diversos niveles. Por lo que se refiere a la concentración, el deporte ayuda a liberar estrés haciendo que nuestros niveles de concentración aumenten. De esta forma, tu estado de ánimo también mejorará y afrontarás mejor la rutina de estudio.
A la hora de realizar un examen, puede pasar que te olvides de lo que has estudiado y te quedes en blanco. Sin embargo, esto se puede evitar de dos formas: controlando los nervios y repasando el temario antes de la prueba final.
Para ello, lo ideal es hacer una lectura rápida, pero comprensiva, de lo que hemos estudiado el día anterior. Esto te ayudará a retener mejor lo aprendido y no olvidarlo.
Es evidente que cuanto más se estudie, mayor será el tiempo dedicado al repaso. Pero esto no tiene por qué ser un problema, ya que es una de las mejores técnicas para fijar conocimientos.
Los esquemas son una de las mejores técnicas a la hora de prepararnos para un examen. Este método visual nos permite detectar los puntos claves y memorizarlos con más facilidad, siendo capaces de relacionar y entender mejor el temario global. Además, también es útil utilizar imágenes, gráficas o formas que nos ayuden a entender mejor toda la información.
Una buena técnica para entender mejor lo que estudiamos es escribir en un papel toda la información que necesitamos memorizar. Esto ayudará al cerebro a retener mejor los datos y a familiarizarnos con el temario.
Explicarle a alguien el temario o grabarte a ti mismo/a recitándolo es una buena forma de saber si estamos reteniendo el contenido y, sobre todo, si lo estamos entendiendo. La otra persona podrá hacerte preguntas de aquello que no le haya quedado claro y tendrás que ser capaz de responder gracias a tu memoria y comprensión del temario.
Además de los consejos que te hemos dado, también puedes probar estos métodos de concentración que te ayudarán a centrarte mientras estudias.
De entre todas las técnicas de estudio, la técnica Pomodoro es una de las más conocidas y útiles. Consiste en dividir el tiempo de estudio en pomodoros, es decir, intervalos de estudio 25 minutos, seguidos por 5 minuto de descanso. Al completar cuatro pomodoros (2 horas), podrás tomarte un descanso de entre 15 y 30 minutos. Si te cuesta concentrarte durante mucho rato, esta es una buena forma de mantener un ritmo de trabajo constante, pero sin fatigarte. ¡Palabra de Onliner!
Esta técnica tiene mucho que ver con la anterior, puesto que consiste en dividir el temario en pequeñas secciones y utilizar la técnica Pomodoro para estudiar cada una de ellas. De esta forma, centrarás toda tu atención en un solo tema durante un periodo de tiempo determinado, lo que te ayudará a asimilar mejor lo aprendido. Puedes repetir cada pomodoro tantas veces como quieras hasta que hayas retenido bien la información.
Las técnicas de estudio en bloques, como el método Pomodoro, son de las más útiles para concentrarse para estudiar, y las hay muy variadas.
Por ejemplo, podemos el tiempo de estudio en intervalos de 90 minutos con descansos de 20 minutos; o en intervalos de estudio de 50 minutos con descansos de 10 minutos. En ambos casos tendremos que centrar nuestra atención durante más rato, pero el descanso también es más extenso.
La matriz de Eisenhower es una técnica que consiste en organizar las tareas pendientes en función de la urgencia y la importancia que tengan. Para ello, divide las actividades en cuatro cuadrantes: urgente e importante, importante pero no urgente, urgente pero no importante y ni urgente ni importante. De esta forma, podrás priorizar las tareas que sean más urgentes y más importantes, y dejar para el final las que no lo sean. Además, esta técnica también te ayudará a tomar conciencia de la carga de trabajo que tienes.
La técnica SQ3R consiste en dividir el estudio en cinco fases:
Otro factor muy importante a la hora de mejorar la concentración es la alimentación. Hay alimentos a los que puedes recurrir en el caso necesitar una dosis de atención extra y que, a su vez, sirven para estimular la memoria. Estos pueden ser de gran ayuda en época de exámenes o cuando tienes más estrés, es decir, cuando necesitas tener el cuerpo y la mente llenos de energía y nutrientes.
Aunque algunas de estas técnicas o hábitos puedan parecer lógicos, pocas personas los aplican a la hora de estudiar. Por eso, desde ILERNA te invitamos a que las añadas a tu rutina de estudio y nos cuentes tus resultados. ¡A por todas!
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