El lavado de manos en enfermería

El lavado de manos es un procedimiento fundamental en el día a día de un auxiliar de enfermería. De hecho, probablemente sea la medida de prevención más importante para evitar la transmisión de microorganismos del auxiliar al paciente o enfermo atendido y viceversa. 

Más de cuatro millones de pacientes contraen cada año infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS), según la encuesta de prevalencia puntual (PPS). A pesar de los avances, sigue siendo un problema serio que cada día se cobra la vida de 18 personas en nuestro país. Por eso, es esencial tener una buena rutina de higiene sanitaria. 

Si estás pensando en convertirte en Auxiliar de Enfermería, necesitas tener una buena rutina de higiene, sobre todo en lo que respecta al lavado de manos quirúrgico. Por eso, te vamos a explicar cómo realizar este procedimiento para reducir al máximo cualquier riesgo de infección. 

Tipos de lavado de manos 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice que hay dos formas básicas de higiene de manos: la fricción de manos y el lavado de manos. 

La fricción de manos consiste en aplicar un antiséptico, como un gel hidroalcohólico, para reducir o eliminar los microorganismos sin necesidad de agua ni de enjuague. Por otro lado, el lavado de manos implica usar agua y jabón para limpiar las manos de manera más profunda.

Dentro del lavado de manos, podemos distinguir tres tipos principales, que dependen de la situación y el nivel de limpieza que necesitemos:

Lavado de rutina higiénico

Este es el lavado de manos más común, el que hacemos a diario para mantener una buena higiene. Debemos realizarlo siempre que nuestras manos estén sucias, antes y después de comer, después de ir al baño o tras tocar superficies que pueden estar contaminadas. 

Lavado clínico o antiséptico

El lavado antiséptico es un poco más a fondo que el anterior y se realiza con un jabón especial que contiene agentes químicos para eliminar más microorganismos. Es el que usamos antes de realizar procedimientos médicos menores, como poner una vía o curar una herida. 

Lavado quirúrgico

Este es el tipo de lavado de manos más completo y se realiza antes de una intervención quirúrgica o procedimientos que requieren un entorno estéril. Aquí necesitamos eliminar casi todos los microorganismos de nuestras manos y antebrazos. 

Para ello, utilizamos un jabón antiséptico y, a veces, un cepillo para limpiar debajo de las uñas y los antebrazos.

Pasos del lavado de manos 

Realizar un buen lavado de manos es fundamental para prevenir la propagación de infecciones. Estos son los pasos que debes seguir:

1. Mojarse las manos con agua: Abre el grifo y moja tus manos con agua tibia.
2. Aplicar jabón: A ser posible utiliza una solución antiséptica para cubrir todas las superficies de las manos.
3. Frotar las manos palma con palma: Frota las palmas de las manos entre sí con movimientos circulares para crear espuma.
4. Frotar el dorso de las manos: Coloca la palma de una mano sobre el dorso de la otra mano, entrelazando los dedos, y frótalas bien. Repite el mismo movimiento con la otra mano.
5. Frotar entre los dedos: Entrecruza los dedos de ambas manos y frota entre ellos.
6. Frotar el dorso de los dedos: Coloca los dedos de una mano sobre la palma de la otra y frota los dorsos de los dedos contra la palma. Repite el mismo movimiento con la otra mano.
7. Frotar los pulgares: Rodea el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha y frótalo con movimientos circulares. Luego, haz lo mismo con el pulgar derecho.
8. Frotar las puntas de los dedos y las uñas: Junta las puntas de los dedos de una mano y frótalas contra la palma de la otra mano, haciendo movimientos circulares.
9. Enjuagar bien con agua: Enjuaga tus manos con agua corriente para eliminar todos los restos de jabón y microorganismos.
10. Secar las manos con una toalla desechable: Seca tus manos con una toalla desechable estéril. Evita secarte con toallas de tela reutilizables, ya que pueden tener microorganismos.
11. Cerrar el grifo con la toalla desechable: Utiliza la toalla de papel con la que te has secado las manos para cerrar el grifo. Así, evitarás volver a contaminar tus manos con una superficie sucia.

¿Cuándo debe realizarse el lavado de manos?

El auxiliar de enfermería debe lavarse las manos después de tener cualquier contacto con el paciente atendido, independientemente de que se hayan utilizado guantes. También debe lavárselas entre los diferentes procedimientos que realice, aunque los practique a la misma persona.

Como ya hemos visto, existen diferentes tipos de lavados de manos: el lavado de manos quirúrgico, el lavado clínico o antiséptico, el antiséptico de manos en seco y el lavado higiénico. Dado que el lavado de manos higiénico es el más común, es el que os mostramos en el siguiente vídeo. Se realiza a base de jabón y abundante agua.

Recuerda que, por norma general, antes de lavarlas las manos deben estar libres de joyas y con las uñas cortas y sin esmalte.

En el vídeo te mostramos cómo frotar las manos tras aplicar jabón: las palmas de las manos entre sí, la palma con el dorso de la otra, entrelazando los dedos, el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, con el objetivo de eliminar toda la suciedad.

El grifo se deberá cerrar con la toalla desechable utilizada para secarte las manos.

¿Cuánto dura el lavado de manos quirúrgico?

Un lavado de manos, para ser efectivo, debe durar entre 40 y 60 segundos. Pero cuando el lavado es quirúrgico el proceso es más largo y dura entre 2 y 5 minutos. El motivo es evidente: hay que garantizar que estás libre de microorganismos que puedan afectar al paciente. 

Una buena rutina de higiene de manos no sólo protegerá tu salud, sino también la de los pacientes a tu cargo como Auxiliar de Enfermería.