El estrés académico y la importancia de cuidar la salud mental

Exámenes, trabajos, proyectos, prácticas, pruebas de nivel, clases… Estudiar implica enfrentarnos a una serie de desafíos que, en ocasiones, pueden llegar a agobiarnos hasta el punto de desarrollar lo que conocemos como estrés académico.

En el Día Mundial de la Salud Mental hablamos sobre la importancia de cuidar la salud mental de los estudiantes. Para ello, nos centraremos en el desarrollo de estrategias para gestionar el estrés, un fenómeno que afecta a gran parte de los alumnos y que puede perjudicar el rendimiento académico si no se aborda adecuadamente.

Según un estudio elaborado por el Gobierno de España, alrededor del 50% de los estudiantes ha necesitado apoyo psicológico en el curso 2021/22. Una cifra que deja mucho que desear teniendo en cuenta lo importante que es el bienestar psicológico a la hora de concentrarse y rendir en los estudios.

¿Qué es el estrés académico?

El estrés académico, junto con la depresión y la ansiedad, son los problemas de salud más comunes entre los estudiantes. Hoy nos centraremos en hablar sobre el estrés académico, una respuesta emocional y física que experimentan los alumnos cuando se sienten abrumados por las demandas académicas. Esta reacción es completamente natural, pero cuando se vuelve crónico puede tener efectos negativos a largo plazo.

Como cualquier otro tipo de estrés, este se produce por diversas razones:

• Carga de trabajo elevada. Los alumnos a menudo tienen que lidiar con una gran cantidad de tareas, exámenes, proyectos y deberes. La presión de cumplir con todos estos compromisos puede ser agobiante. Si además se compaginan los estudios con el trabajo, esta sensación aumenta.
• Altas expectativas. La presión por obtener buenas calificaciones o satisfacer las expectativas de los padres y profesores puede aumentar el estrés, sobre todo cuando sientes que no estás a la altura.
• Competitividad. Competir entre compañeros y tener la necesidad de destacar también puede generar estrés. Por ello, y para mejorar la autoestima en los estudios, es de vital importancia evitar la comparación constante.
• Preocupación por el futuro. En ocasiones, la incertidumbre sobre las oportunidades futuras, como encontrar un empleo al acabar los estudios, puede contribuir al estrés académico.
• Aislamiento social. Algunos estudiantes, que dedican la mayor parte de su tiempo a los estudios, pueden descuidar las relaciones personales y otras actividades que benefician su estado emocional.

Además de síntomas emocionales, los síntomas físicos del estrés incluyen insomnio, fatiga, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, cambios en el apetito e irritabilidad, entre otros. Esto puede reducir la concentración del alumnado y perjudicar el rendimiento académico.

¿Por qué es importante cuidar la salud mental de los estudiantes?

Mientras que la OMS afirma que un 25% de la población tendrá algún problema de salud mental a lo largo de la vida; UNICEF detalla que, en España, 1 de cada 5 menores de entre 10 a 19 años lo padece actualmente.

Este tipo de problemas pueden afectar diversos ámbitos de la vida, incluyendo el ámbito académico, laboral, personal y familiar. En este sentido, la salud mental en los estudios es un aspecto fundamental que a menudo se pasa por alto. Y es que el bienestar psicológico tiene un impacto directo en la capacidad de aprendizaje y la consecución de objetivos en el ámbito académico.

Una persona que tiene los recursos necesarios para cuidar de su bienestar emocional, tendrá más probabilidades de manejar el estrés académico con más facilidad. Por lo contrario, es más probable que una persona que tiene que gestionar un nivel mayor de responsabilidades tenga un rendimiento académico inferior.

Además, es importante recordar que el estrés académico no tratado puede tener consecuencias a largo plazo en la salud mental de los estudiantes. Desde aumentar el riesgo de padecer trastornos de ansiedad y depresión, hasta generar otros problemas psicológicos a lo largo de la vida. Por lo tanto, la atención temprana y el apoyo adecuado son factores clave para prevenir la aparición de problemas más graves en el futuro.

Cómo prevenir el estrés académico

Como hemos mencionado con anterioridad, la mejor forma de combatir el estrés en el ámbito de los estudios es la prevención. Por ello, a continuación te brindamos una serie de estrategias para prevenirlo y reducirlo.

Planificación efectiva

Una buena organización es fundamental para gestionar el tiempo y las tareas de manera eficiente, así como para evitar la procrastinación. Para ello, puedes crear un horario que incluya tiempo para estudiar, descansar y hacer otro tipo de actividades. Si trabajas, es importante que establezcas metas realistas, ya que no tendrás tanto tiempo para dedicar a los estudios como las personas que no trabajan.

Establecer metas realistas

A la hora de establecer unos objetivos académicos, es primordial cuidar de la salud mental. Por lo tanto, las metas deben ser realistas y alcanzables, puesto que intentar abarcar más de lo que se puede solo genera frustración y estrés. Por ejemplo, si solo puedes estudiar una hora al día, no es recomendable que cojas todas las asignaturas de golpe, ya que no podrás dedicarle el tiempo suficiente a cada una de ellas.

Autocuidado

Cuidarnos a nosotros mismos es esencial para mantener una buena salud mental. En este sentido, debes priorizar el descanso, una buena alimentación, el ejercicio físico regular y la relajación. Este tipo de prácticas reducen el estrés, mejoran la concentración y te ayudarán a afrontar los estudios con mejor humor.

Usar técnicas de estudio

En lugar de simplemente pasar horas y horas estudiando sin una estrategia clara, puedes emplear técnicas de estudio que te ayuden a sintetizar la información y asimilar los contenidos. Esto incluye tomar apuntes, utilizar técnicas de memorización, estudiar con otros compañeros y hacer pausas regulares para descansar la mente y mantener la concentración.

Gestionar el perfeccionismo

En ocasiones, un alumno puede llegar a tener problemas de salud mental en los estudios a causa de su necesidad de control o de hacerlo todo perfecto. Más que ayudar, el perfeccionismo puede convertirse en un enemigo si no aprendemos a aceptar que nadie es perfecto, y que cometer errores es una parte más del aprendizaje.

Establecer límites

Para cuidar la salud, también hay que aprender a establecer límites y decir no cuando sea necesario. Esto significa no sobrecargarse de actividades extraescolares o compromisos que no podamos asumir. Además, también es esencial aprender a priorizar.

Buscar apoyo social

Contar con una red de apoyo, como amigos, familiares y otros compañeros de clase, puede ayudar a reducir el estrés académico. A veces, solamente compartir experiencias y hablar sobre las preocupaciones puede aliviar el estrés.

Recursos de salud mental para estudiantes

A pesar de que los problemas de salud mental pueden surgir en cualquier momento, lo cierto es que la infancia y la adolescencia son etapas delicadas: alrededor del 50% de los diagnósticos de trastornos psicológicos tienen lugar antes de los 14 años. En el caso de los estudiantes universitarios, un estudio elaborado por el Ministerio de Universidades y el Ministerio de Sanidad concluye que más del 50% ha acudido a un profesional por un problema de salud mental.

Pero si hay algo bueno en todo esto, es que cada vez se habla más sobre la importancia de cuidar la salud mental de los estudiantes, incidiendo sobre todo en abordar este tipo de problemáticas en edades tempranas. Por ello, numerosas instituciones educativas y administraciones han implementado medidas de prevención y atención temprana para el alumnado. Desde ofrecer asesoramiento psicológico a la comunidad estudiantil y docente, hasta crear grupos de apoyo entre estudiantes.

En ILERNA acompañamos a todo nuestro alumnado a lo largo de su formación, facilitando los recursos académicos necesarios para superar esta etapa con éxito. También ayudamos a nuestros alumnos a mediante medidas prácticas. A través de un sistema de matriculación flexible y personalizado, los estudiantes que no pueden asumir un curso entero pueden reducir la carga lectiva y estudiar a su ritmo.

Para ello, asesoramos a cada uno de nuestros alumnos para que cursen las asignaturas que puedan asumir, teniendo en cuenta las responsabilidades que tengan. Así pues, valoramos aspectos que puedan afectar al rendimiento académico, como el empleo, las responsabilidades familiares y otro tipo de compromisos. Además, también ofrecemos métodos de financiación sin intereses para que la economía no sea un impedimento a la hora de estudiar un ciclo de FP a distancia.