El eneagrama de personalidad en personajes de ficción

En ficción, ya sean películas animadas o videojuegos, los personajes se caracterizan por ciertos rasgos físicos que les hacen inconfundibles en contraposición al resto. Y de ese diseño podemos percibir su clasificación dentro de los tipos de personalidad del eneagrama. Por lo que si estás pensando en aprender a diseñar tus propios personajes, este post sobre el eneagrama de personalidad en personajes de ficción te interesa.

La personalidad es el centro sobre el que se construye un personaje. Si bien los seres humanos somos complejos y nuestros rasgos físicos no indican nuestra personalidad, la forma en que gesticulamos, nos movemos o vestimos puede decir mucho sobre nosotros. 

En ficción, estos elementos se traducen a rasgos físicos. Por ejemplo, se utilizarán trazos más angulados para diseñar a un personaje con connotaciones negativas, ojos grandes y diseños ovalados para personajes que denoten bondad, o se utilizará un rango más amplio de expresiones para un personaje alegre y curioso. 

¿Qué es el eneagrama de personalidad?

El eneagrama de la personalidad es una forma de clasificar en tendencias el comportamiento humano. A grandes rasgos, este eneagrama se divide en nueve categorías de conducta. Estos nueve eneatipos se consideran las bases generales del comportamiento. Esto no quiere decir que el mundo esté dividido en nueve tipos de persona, sino que nuestra forma de actuar de base parte de una de estas categorías. 

¿Y qué factores sirven para situarnos entre alguno de estos eneatipos? Se tienen en cuenta el pensamiento, las emociones y el instinto. Es decir, lo que todos hacemos: pensar, sentir y actuar. De esta forma, los mismos eneatipos se dividen en estas tres clasificaciones, teniendo cada persona un rasgo dominante y otros dos secundarios, formando los triángulos que verás en la imagen a continuación.

La personalidad en personajes de ficción

Para construir una personalidad en un personaje debemos hacer un ejercicio de reflexión sobre tres ejes: la gesticulación, la apariencia y el físico. Este ejercicio consiste en imaginar cómo se movería, por ejemplo, nuestro protagonista tímido e introvertido. Lo más lógico es que también vista de forma que no llame la atención o se peine de manera que el pelo cubra algunos rasgos faciales. 

Lo que diferencia al personaje de ficción del real es que en la realidad nuestros rasgos faciales y físicos no son un reflejo de nuestra personalidad. Pero en ficción sí lo son, dado que nos ayudan a percibir rápidamente o empatizar mejor.

Al diseñar tus personajes, ten en cuenta que, si bien un diseño claro es más perceptible por la audiencia, es muy fácil caer en estereotipos. Tampoco queremos crear una caricatura, por lo que no todos los ancianos con barbas son sabios ni todos los personajes con rasgos ovalados son bondadosos. Pero sí es muy importante ser conscientes de estos recursos.

Creación de personajes: los eneatipos de personalidad

Como hemos indicado anteriormente, el eneagrama consta de 9 eneatipos de personalidad. Esto te ayudará a definir mejor a tus personajes y hacerlos psicológicamente más complejos. De esta forma, el arco o evolución de los protagonistas podrá ser más elaborado.

Eneatipo 1: El reformador 

Unos valores y principios muy interiorizados con la tendencia a cambiar las cosas. Actúan con mucha disciplina, haciendo lo que creen correcto. Si bien en esta categoría lo primero que podemos imaginar es un personaje como Yoda, también puede definir a alguien que actúa por el lado “oscuro”, creyendo hacer lo correcto. 

Eneatipo 2: El ayudador

El altruismo y la empatía definen a estos personajes. Actúan con generosidad y calidez, siendo normalmente quienes llevan el rol parental pero pretendiendo ser correspondidos. Un personaje de ficción que se ajusta a estos parámetros iniciales es Sam en El Señor de los Anillos. 

Cuando esta personalidad se desvía de la bondad, pueden ser aduladores y querer ser necesitados, por lo que también puede derivar en un villano con problemas de aceptación si en la historia le sucede algo muy negativo.

Eneatipo 3: El triunfador

Ser el mejor y tener éxito. Estos personajes suelen caracterizarse de forma atractiva, con habilidades sociales y muy competitivos. El único punto débil a simple vista es que obtener reconocimiento es extremadamente importante para ellos. Podemos pensar en El Lobo de Wall Street y su personaje principal Jordan Belfort como representación de este eneatipo. 

Eneatipo 4: El Individualista

También llamado el tipo romántico, son personajes introspectivos y detallistas en todo lo que hacen. Por otro lado, también son temperamentales, pasionales y egocéntricos. Pudiendo ser muy creativos, pero también vivir fuera de la norma. Un ejemplo de personaje de ficción en esta categoría es Shrek. 

Eneatipo 5: El investigador

Por lo general son personajes sabios y cultos, les motiva explorar y aprender. Por otro lado, tienen la tendencia a rehusar el contacto con otros. Visionarios e innovadores. En esta categoría encontramos al personaje de Sheldon Cooper de la serie de televisión The Big Bang Theory.

Eneatipo 6: El leal

Esta categoría representa la parte débil o sin potestad, encontrando en la trama la motivación que necesitan para comprometerse. Son leales, pero inseguros, por lo que pueden dudar y desconfiar de quienes les rodean. Podemos situar aquí a personajes como Milhouse de los Simpson o William Wallace en Braveheart, dado que el desarrollo de este eneatipo permite mucha complejidad.

Eneatipo 7: El entusiasta

Personajes productivos, optimistas y enérgicos, en búsqueda constante de nuevas emociones, de las que se cansan con facilidad. En el lado negativo pueden ser personajes muy superficiales, impulsivos e indisciplinados. El ejemplo ideal de este eneatipo es Bart Simpson. 

Eneatipo 8: El desafiador

Este es el eneatipo clásico del villano. Personaje dominante, rebelde, apasionado y ambicioso del control. Suelen ser personajes con poder, que acaban siendo héroes o villanos. Hay numerosos personajes de ficción dentro de este eneatipo, entre ellos Miranda en el Diablo viste de Prada, Leónidas en 300 o Stitch, de Lilo y Stitch.

Eneatipo 9: El pacificador

Como el nombre del eneatipo indica, estos son personajes fáciles, que buscan la estabilidad y de buena fe. Tratan de apaciguar al resto para evitar conflictos pero pueden ser manipulables. Pueden ser demasiado positivos o testarudos. Aquí encontramos personajes como Harry Potter o Jon Snow. 

Como puedes ver, aplicar el eneagrama de personalidad en personajes de ficción es una herramienta muy útil para dotarlos de profundidad y coherencia. Los triángulos de relaciones entre los distintos eneatipos otorgan matices al personaje para que su desarrollo en la historia sea óptimo.

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