¿Dónde puede trabajar un integrador social?

Un integrador social puede especializarse en trabajar con diferentes colectivos, como personas con discapacidad, menores en situación de riesgo o personas con problemas de drogodependencia. Esto les permite desempeñar su trabajo en diversos sectores, incluyendo la administración pública, empresas privadas y organizaciones sin ánimo de lucro.

Centros de Servicios Sociales 

Los centros de servicios sociales son clave en la atención a distintos colectivos. En la mayoría de las comunidades autónomas de España, forman parte de la red pública y son competencia autonómica. Dentro de los centros de Servicios Sociales, los integradores pueden trabajar en distintos roles. 

Auxiliar de tutela

El auxiliar de tutela se encarga de apoyar a personas que no pueden tomar decisiones por sí mismas o gestionar su vida de manera segura. Esto incluye a menores sin padres o con la patria potestad retirada, mayores con deterioro cognitivo o personas con discapacidad psíquica. 

Su trabajo consiste en ayudar al tutor legal a cumplir sus obligaciones, actuar como intermediario entre el tutor y las instituciones, y supervisar tanto los aspectos legales como el cuidado personal.

Trabajador familiar

Estos profesionales se encargan de cuidar a personas en riesgo de exclusión social o situación de dependencia física o mental como niños, jóvenes, adultos o mayores. Su labor suele realizarse en el domicilio de la persona usuaria y abarca tareas muy diversas.

Este servicio se ofrece a través de la Seguridad Social y comienza con la creación del Programa Individual de Atención (PIA). 

Este programa permite evaluar la situación de la persona, identificar sus necesidades, definir las tareas que deben realizarse y establecer la frecuencia y duración de las visitas. El PIA asegura una atención personalizada y ajustada a cada caso.

Instituciones educativas 

En los centros educativos, los integradores sociales trabajan en el área de orientación pedagógica. Estos profesionales se ocupan, sobre todo, de casos de niños con necesidades educativas especiales o en riesgo social.

Especialista en apoyo educativo

Los especialistas en apoyo educativo ofrecen ayuda directa a estudiantes con discapacidades o necesidades especiales. Colaboran en actividades diarias como movilidad, alimentación e higiene, lo que facilita su participación plena en el entorno escolar.

Educador de Educación Especial

Los educadores de Educación Especial trabajan junto a maestros y otros profesionales para apoyar a alumnos con necesidades educativas especiales (NEE). Su trabajo está orientado al desarrollo de las habilidades físicas, cognitivas y sensoriales de los alumnos, tanto en centros ordinarios como en centros de educación especial, públicos o privados. 

Además, ayudan a diseñar y aplicar programas educativos adaptados a cada alumno, garantizando un apoyo personalizado que favorezca su aprendizaje y desarrollo en el día a día. A diferencia de los especialistas en apoyo educativo, estos profesionales se centran más en lo pedagógico y didáctico. 

Centros de salud mental 

En el ámbito de la salud mental, los integradores sociales pueden trabajar en hospitales y clínicas, desempeñan un papel clave apoyando a pacientes en su proceso de recuperación y reintegración social.

Monitor de rehabilitación psicosocial

Los integradores sociales actúan como monitores de rehabilitación psicosocial, una intervención dirigida a personas con enfermedades mentales graves y persistentes. El objetivo es que estas personas recuperen o adquieran habilidades para llevar una vida lo más autónoma posible.

Asociaciones de apoyo a colectivos vulnerables 

En el ámbito de las asociaciones que apoyan a colectivos vulnerables, los integradores sociales también tienen un papel fundamental. Su trabajo se centra en mejorar la calidad de vida de las personas y facilitar su integración en la comunidad.

Integrador de colectivos de riesgo

Como integrador de colectivos de riesgo, estos profesionales trabajan directamente con personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social. Su misión es ofrecer apoyo emocional, orientación y recursos que les ayuden a superar las barreras que enfrentan. 

Mediador intercultural

Además, los integradores sociales también pueden desempeñar la función de mediadores interculturales. En este perfil, actúan como moderadores imparciales entre personas de diferentes culturas, ayudando a superar las barreras lingüísticas y culturales. 

También desarrollan programas de sensibilización y formación intercultural, promoviendo el diálogo y la escucha activa. 

Centros penitenciarios y de reinserción social 

Las personas que han estado en prisión a menudo se enfrentan a grandes retos para reintegrarse en la sociedad y tener igualdad de oportunidades. Uno de los obstáculos más comunes es la dificultad para encontrar empleo, y aquí es donde los integradores sociales juegan un papel clave.

Intermediador laboral

Como intermediadores laborales, los integradores sociales ayudan a los internos a identificar su perfil de empleabilidad y a establecer objetivos profesionales claros. Buscan oportunidades laborales y crean conexiones con empresas que puedan ofrecerles un empleo adecuado.

Además, brindan apoyo personalizado a quienes están en semilibertad o libertad condicional, facilitando su adaptación a la vida fuera de la prisión.

Todos estos perfiles profesionales comparten un objetivo común: crear una sociedad más inclusiva. Pero cada uno se especializa en un sector diferente, lo que implica funciones específicas y, por ende, el sueldo de cada integrador social puede variar. 

Esta diversidad en los roles permite abordar las necesidades de los colectivos vulnerables de manera integral.