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España es uno de los países más avanzados en materia de derechos LGTBIQ+, pero no es oro todo lo que reluce. A pesar de nuestra desarrollada legislación, sigue habiendo muchos prejuicios que llevan, por ejemplo, a la discriminación laboral por orientación sexual.
Según el Rainbow Map 2024, España se sitúa en el cuarto puesto de los países europeos con una legislación LGTBIQ+ más avanzada. Estas leyes son necesarias en cualquier país, pero en el nuestro lo es todavía más. Tal y como demuestra un informe de IPSOS, España es el segundo país del mundo con una mayor población LGTBIQ+.
A pesar de lo positivo de estos datos, todavía queda mucho trabajo por hacer. Un estudio de UGT demuestra que el 78% de las personas LGTBIQ+ sufren algún tipo de discriminación laboral.
La discriminación laboral se refiere a la situación en la que una persona recibe un trato injusto o desigual en su puesto de trabajo. Este trato discriminatorio viene motivado por un rechazo a características personales. Es decir, que no tienen nada que ver con las habilidades o el desempeño de la persona discriminada en el trabajo.
Por norma general, esta discriminación se suele producir por cuestiones de raza, género, edad, discapacidad, religión o, en este caso, orientación sexual o identidad de género.
La discriminación laboral contra el colectivo LGTBIQ+ es una realidad, como hemos visto en los datos de UGT. No podemos obviar que existe una falta de visibilidad de personas del colectivo en posiciones de liderazgo o en diversos sectores profesionales.
Puede parecer poco importante. Pero, cuando no hay modelos visibiles que defiendan los derechos LGTBIQ+, es mucho más difícil romper con los estereotipos negativos y los prejuicios. Esta discriminación laboral se manifiesta de diversas maneras.
La discriminación directa hacia personas LGTBIQ+ se refiere a cuando se niegan oportunidades a personas por su orientación sexual o de género de manera explícita. Un ejemplo de ello es no contratar a una persona por ser transgénero.
De hecho, según datos del Ministerio de Igualdad, el 38% de las personas transexuales reconoce haber sufrido este tipo de discriminación laboral.
Esto sucede cuando se aplican políticas o prácticas neutrales en apariencia, pero terminan afectando a personas LGTBIQ+.
Un ejemplo de este tipo de discriminación laboral pueden ser los permisos de maternidad o paternidad. A veces, la falta de educación en este aspecto hace que no se considere que las parejas LGTBIQ+ también tienen hijos y necesitan estos permisos.
La discriminación laboral de personas LGTBIQ+ está totalmente prohibida en España. Ya, ya sé que suena obvio, pero, a juzgar por los datos, a muchas personas se les olvida.
La Constitución española defiente el derecho a la igualdad y a la no discriminación en su artículo 14. Por si no fuera suficiente con la Carta Magna, el Estatuto de los Trabajadores también reconoce este derecho.
El artículo 4.2 de este documento prohíbe la discriminación directa o indirecta de los trabajadores por su sexualidad o identidad de género. Pero los avances legislativos han ido más allá. La Ley de Empleo de 2023 incluye nuevas medidas para fomentar la igualdad en el ámbito laboral.
Estas medidas incluyen políticas para que los lugares de trabajo sean seguros e inclusivos para las personas LGTBIQ+. Por ejemplo, es obligatorio que las empresas de menos de 50 trabajadores tengan medidas de sensibilización y formación de la plantilla en términos de igualdad.
Si, por el contrario, superan las 50 personas, es vital disponer de un Plan de Igualdad. Pero con independencia del número de trabajadores, todas las empresas deben tener un protocolo de actuación en caso de violencia contra una persona LGTBIQ+.
La discriminación laboral contra el colectivo LGTBIQ+ va más allá del rechazo directo. En el día a día se enfrentan a distintos retos:
España ha ido implantando nuevas medidas para garantizar la protección de las personas LGTBIQ+ en el ámbito laboral. En este sentido, dentro del Ministerio de Igualdad hay un grupo de trabajo que se especializa en los derechos LGTBIQ+. Este grupo es la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBIQ+.
Este equipo es responsable de la intervención y el desarrollo de normas contra la discriminación del colectivo en cualquier ámbito. Por supuesto, esto incluye el trabajo. Profesionales como juristas e integradores sociales son esenciales en este sentido.
Mientras que los primeros ayudan a la protección legal del colectivo, los segundos se ocupan de la educación social. Así, hay diversas mejoras que se pueden llevar a cabo para erradicar la discriminación laboral del colectivo LGTBIQ+.
Es vital desarrollar políticas de empresa que prohíban la discriminación laboral contra personas LGTBIQ+. Además, hay que establecer procedimientos para denunciar y resolver cualquier caso de rechazo o exclusión.
Las empresas deben organizar talleres para educar a sus empleados sobre diversidad. Así, conocerán los desafíos a los que se enfrenta el colectivo y sabrán cómo pueden ser aliados.
Desde los lugares de trabajo se pueden crear grupos que incluyan a representantes del colectivo LGTBIQ+ para asesorar en políticas y prácticas. Esto ayudará a crear entornos de trabajo seguros.
Como ya hemos visto, el integrador social tiene un papel crucial para promover un entorno laboral inclusivo para el colectivo LGTBIQ+. Muchas veces la discriminación en el trabajo viene motivada por una falta de información.
El trabajo de estos profesionales consiste en educar e intervenir en cualquier situación de exclusión social. Por eso, son esenciales tanto para trabajadores como para las empresas.
Por otra parte, se ocupan de investigar la situación del colectivo LGTBIQ+. Así, trabajan con empresas y sindicatos para garantizar la inclusión y la igualdad de oportunidades en el entorno laboral.
Esto hace que los integradores sean una pieza clave en la educación social de los trabajadores. Sus investigaciones son fundamentales para el desarrollo de políticas inclusivas, así como protocolos de intervención en una situación de discriminación.
La situación del colectivo es mucho mejor de lo que era, de eso no cabe la menor duda. Pero el rechazo contra el colectivo sigue existiendo. Si necesitas asesoramiento o ayuda externa, ya sea por motivos laborales o de cualquier otro tipo, llama al 028. Este número es gratuito y está disponible las 24 horas del día los 365 días del año.
Las personas del colectivo LGTBIQ+ tienen derecho a no sufrir discriminación laboral, como cualquier otro trabajador. Por eso, poner fin a la LGTBIfobia en los lugares de trabajo no es una cuestión política, sino una cuestión de justicia.
Soy periodista por vocación. Me apasiona investigar y eso me llevó a trabajar como divulgadora científica. Más adelante, me especialicé en Comunicación Digital con enfoque SEO. Actualmente, combino mis dos pasiones creando contenido educativo que convierte temas complejos en información accesible y de valor.
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