Diferencia entre pequeña y mediana empresa

Todos hemos oído hablar de las pequeñas y medianas empresas (PYME). Siempre las incluímos en el mismo pack, pero en realidad no son lo mismo. Por eso, hoy vamos a descubrir la diferencia entre pequeña y mediana empresa. 

Las PYME tienen una gran importancia en el tejido empresarial de España. Según la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), somos el país de la Unión Europea con un mayor porcentaje de PYMES. 

Para que lo pongas en perspectiva, en mayo de 2024 había en España cerca de 3 millones de PYMES, según el Ministerio de Industria y Turismo. Pero, ¿cuál es la frontera que establece la diferencia entre pequeña y mediana empresa? Te lo explicamos. 

¿Qué diferencia existe entre la pequeña y mediana empresa?

Esta frontera está establecida por la Directiva 2013/34 de la Unión Europea. Así, la diferencia entre pequeña y mediana empresa depende, sobre todo, de tres factores. Estos son el número de empleados que la empresa tiene en plantilla, su facturación y su balance anual. 

• Microempresa: son las empresas de menor tamaño, ya que no superan los 10 trabajadores. Cada año facturan menos de 2 millones de euros y su activo no puede superar esa cantidad tampoco.
• Pequeña empresa: estos negocios tienen menos de 50 trabajadores. Su facturación anual no supera los 10 millones de euros y su balance no puede ser superior a esa cifra. 
• Mediana empresa: son empresas de menos de 250 empleados y facturan menos de 50 millones de euros anuales. Además, su balance no puede superar los 43 millones de euros. 
• Gran empresa: tiene más de 250 trabajadores en plantilla y factura más de 50 millones de euros al año. Su activo, a diferencia de la anterior, sobrepasa los 43 millones de euros. 

Principales características de las PYMES

Como ves, la diferencia entre pequeña y mediana empresa se centra en criterios de tamaño de plantilla y de beneficios económicos. Pero hay muchos otros aspectos que definen a las PYME, así que vamos a descubrir qué las diferencia respecto a otras empresas.

Tamaño

Seguro que esta es la característica más importante que se te viene a la mente al oír hablar de pequeñas y medianas empresas. Como su propio nombre indica, su tamaño es inferior a las grandes empresas y su facturación es más reducida que otros grandes negocios. 

Estructura

Las PYMES se organizan de una forma menos rígida que las grandes empresas, donde la parte burocrática es mucho más tediosa. Su estructura más flexible permite que las pequeñas y medianas empresas se adapten mucho más rápido a los cambios del mercado. 

Recursos limitados

Como es evidente, al tratarse de negocios más pequeños, sus recursos también son más limitados que los de una gran empresa. Por eso, estas empresas dependen más del talento de sus trabajadores y menos de los recursos que tienen disponibles

Localizaciones 

Las grandes empresas aprovechan la globalización para expandirse a otras áreas de negocio. Esto es diferente en las pequeñas y medianas empresas, que tienen una localización fija y no quieren extenderse a otras ciudades o países. 

Independencia 

Las PYME pueden mantener un mayor control y autonomía sobre sus negocios a diferencia de las grandes empresas. En este sentido, las pequeñas y medianas empresas no están atadas a otros grupos empresariales. Por tanto, la toma de decisiones no involucra a otros socios. 

Familiaridad

Esta característica va ligada al tamaño de las PYME. Lo habitual es que las pequeñas y medianas empresas tengan un origen familiar. De esta forma, el trato con trabajadores y clientes es mucho más cercano. 

Más eco-friendly

Las grandes empresas son responsables de muchos de los residuos contaminantes del planeta por su actividad. En el caso de las pequeñas y medianas empresas, este impacto es mucho menor porque su actividad se limita a una zona concreta. 

Fórmate en el mundo de las empresas

Cada día más personas se interesan por emprender en sus propios proyectos empresariales. Esta es una buenísima noticia para el tejido empresarial español. Pero esta nueva generación de empresarios tiene una mentalidad diferente, donde la formación tiene un peso fundamental. 

Las empresas buscan profesionales para ayudarles en la gestión de sus negocios. Al final, el éxito de una empresa no depende sólo de tener una buena idea de negocio, sino de saber materializarla. Por eso, cada vez se demanda a más profesionales con formación en Administración y Finanzas. 

Un perfil como este te puede ayudar a desarrollar tu negocio paso a paso, así como a asegurar tus beneficios. Poner tu negocio en manos de profesionales del sector es una apuesta de éxito garantizada.