Los 8 hábitos imprescindibles para tener un corazón sano

Hoy es el Día Mundial del Corazón, una jornada en la que recordamos la importancia de adoptar buenos hábitos para tener un corazón sano y fuerte, y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Las enfermedades cardiovasculares son una de las primeras causas de muerte en el mundo. En España, la Fundación Española del Corazón estima que alrededor del 60% de los españoles cuenta con dos factores o más de riesgo para desarrollarlas. Por esta razón, es muy importante que los profesionales de la rama sanitaria, como puede ser un Técnico Superior en Dietética, fomenten hábitos saludables en la población.

¿Qué significa tener un corazón sano?

Tener un corazón sano es fundamental para disfrutar de una vida plena y activa. Este órgano vital, del tamaño de un puño, bombea sangre a todo nuestro cuerpo, suministrando el oxígeno y los nutrientes necesarios para mantenernos vivos y en buen estado de salud. Pero, ¿qué significa realmente tener un corazón sano?

En primer lugar, un corazón sano se caracteriza por un ritmo regular y constante. En este sentido, los latidos del corazón deben ser regulares, ni demasiado rápidos ni demasiado lentos. Además, un corazón saludable también es capaz de ajustar su frecuencia cardíaca según las necesidades del cuerpo. Por ejemplo, durante la práctica de actividad física o en situaciones de estrés.

Por otro lado, para estar sano, el corazón debe tener las arterias limpias y flexibles. La acumulación de placa en las arterias puede dificultar el flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente son hábitos clave para mantener las arterias en buen estado.

Otro aspecto crucial es mantener bajo control la presión arterial y los niveles de colesterol. La hipertensión y el colesterol alto son factores de riesgo importantes para enfermedades cardíacas, por lo que es esencial llevar un estilo de vida saludable y, en algunos casos, seguir el tratamiento médico adecuado.

Hábitos para mejorar la salud del corazón

Ahora que ya sabes qué significa tener un corazón sano, es momento de cambiar aquellos hábitos que pueden perjudicarlo. A continuación, te explicamos qué hacer para mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas:

• Alimentación saludable. Optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, mejora la salud de todo nuestro organismo. Además, es importante evitar la ingesta de grasas saturadas y trans, así como el exceso de sal y azúcar.
• Practicar ejercicio regularmente. El ejercicio aeróbico, como caminar, nadar o andar en bicicleta, fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea. Lo ideal es hacer, al menos, 150 minutos de actividad moderada a la semana, o 30 minutos cada día.
• Mantener un peso saludable. El exceso de peso aumenta la carga sobre el corazón, lo que puede llevar a enfermedades cardiovasculares.
• Controlar el estrés. Practicar técnicas como la meditación o el yoga, puede ayudar a reducir la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardíacas relacionadas con el estrés crónico.
• Dejar de fumar. El tabaco daña las arterias y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que se pueden tomar, tanto para nuestra salud como para el bolsillo.
• Limita el alcohol. El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial y los niveles de triglicéridos en sangre. Si bebes, hazlo con moderación.
• Revisiones médicas regulares. Realiza chequeos médicos periódicos para controlar la presión arterial, el colesterol y otros factores de riesgo. La prevención es una de las armas más poderosas.
• Descanso adecuado. El sueño de calidad es esencial para la salud del corazón. Por lo tanto, intenta dormir al menos entre 7 y 9 horas cada día.

Cómo fomentar la salud cardiovascular desde el punto de vista profesional

Promover la salud cardíaca es fundamental para prevenir enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Los profesionales de la salud desempeñan un papel crucial en esta tarea. Para ello, pueden contribuir de la siguiente manera:

• Educación. Como profesional, debes proporcionar información precisa y comprensible sobre los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la diabetes, el colesterol elevado y el tabaquismo.
• Fomentar hábitos saludables. Alentando a los pacientes a adoptar una dieta equilibrada, así como a mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente.
• Controlar factores de riesgo. Monitorear y controlar los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial, el nivel de azúcar en sangre y el colesterol, es esencial.
• Ayudar a dejar el tabaco. Ayudar a los pacientes a dejar de fumar es una de las formas más efectivas de mejorar la salud cardíaca.
• Evaluar los antecedentes familiares. Conocer la historia familiar de enfermedades cardiovasculares puede ayudar a identificar a las personas con mayor riesgo y diseñar estrategias de prevención específicas.
• Estrés y salud mental. Reconocer la importancia de la salud mental y enseñar técnicas de manejo del estrés puede ayudar a prevenir problemas cardíacos relacionados con el estrés crónico.
• Acceso a la atención médica. Facilitar el acceso a la atención médica regular y las pruebas de detección temprana puede ayudar a identificar problemas cardíacos antes de que se vuelvan graves.

Además, es importante que todos los profesionales colaboren entre sí y trabajen en equipo para ofrecer al paciente un enfoque integral para el cuidado de la salud cardiovascular.