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Te lo estás planteando pero no llegas a dar el paso definitivo. Cambiar de trabajo puede convertirse en una odisea si no sabemos cómo afrontar este momento. Pero aquí te dejamos las herramientas necesarias para que este momento sea realmente todo un reto para conseguir tus objetivos.
Ya se trate de cuestiones personales, laborales o económicas, es el momento de darte esa oportunidad a la que llevas bastante tiempo dando vueltas. Los estudios apuntan a que un trabajador suele estar de media entre 3 y 5 años en una compañía, por lo que renovarse, apostar por nuevas aspiraciones y afrontarlo como un reto son las mejores armas para hacer del proceso ‘cómo cambiar de trabajo’ un camino emocionante.
Nunca parece existir el momento perfecto para dejar un trabajo. Siempre encontramos excusas para posponerlo, pero llega un punto en el que tienes que plantarte en serio y dejar de darle vueltas a esta idea que te viene rondando desde hace tiempo.
Sabes que ha llegado el momento cuando se manifiestan varias señales que, aunque quieras dejarlas de lado, son una clara manifestación de que ahora sí es el momento de cambiar de trabajo.
La motivación para alcanzar nuevos objetivos viene normalmente de la mano de que te reconozcan que están haciendo un buen trabajo, lo que te impulsa a llegar más lejos. Pero a veces ese reconocimiento no llega por más que nos empeñemos y, a pesar de solicitar a nuestro jefe que queremos que nos dé un feedback para hablarlo, parece querer evitar ese encuentro.
Esta es una clara señal de que, por mucho que te empeñes, ese momento seguramente no llegará. Y si este tipo de conductas es el que impera en la organización, tu motivación irá decreciendo y entrarás en la espiral de preguntarte qué estás haciendo mal.
No te preocupes, no te autoinculpes. Es el momento de dar un paso al frente para seguir mejorando en otro tipo de entorno. Guiar nuestro esfuerzo hacia un mayor nivel de ejecución es, sin duda alguna, donde debemos poner el ‘focus’.
Si no existe respeto, imperan los comportamientos poco éticos, la discriminación e, incluso, se promueve el estrés laboral, no estás en el lugar indicado. Recuerda que, antes de quedarte en un sitio en el que no estés a gusto, más vale cambiar de trabajo y trasladar tu buena energía a donde sí que te valoren.
Rodearte de un ambiente tóxico, donde la incertidumbre sobre cómo actuar te genera inseguridad y desconfianza, puede llevar a la desmotivación. Si no encuentras nada positivo y esto está afectando a tu calidad de vida, debes de tomar una decisión pronto y cambiar de trabajo.
Si tu trabajo no te aporta nada nuevo, si tus aspiraciones de seguir creciendo dentro de la empresa ya no existen y te estás replanteando tu situación laboral porque no ves que esta vaya a cambiar dentro del organigrama de la empresa por más empeño que le pones, es posible que haya llegado el momento de dar un vuelco a tu carrera profesional.
Si consideras que tu empresa tiene un futuro incierto y que tampoco existe la cultura entre sus líderes para un proceso formal de desarrollo personal, es muy probable que te encuentres en el sitio equivocado. Por ello, ya sea porque sientas que apenas has comenzado tu carrera profesional o que aún tienes mucho que aprender y que dar profesionalmente, identifica tus fortalezas y conviértelas en una oportunidad.
Puede pasar también que tus objetivos profesionales y personales no se correspondan con los de la empresa. Es decir, que si tus proyectos no van alineados, por ejemplo, tienes que viajar mucho por trabajo lo que te impide pasar más tiempo con tu familia, no estás en el trabajo adecuado.
De ahí que, si en tu vida hay cosas que son más importantes para ti que echar muchas horas extras de más, si las jornadas son eternas y te estás agotando física y emocionalmente, no te conviertas en una de esas personas que se ‘queman’ con su trabajo.
También puede darse el caso de que tu puesto se te quede pequeño y no veas en un próximo plazo de tiempo que vaya a mejorar la situación. Quedarte ahí puede convertirse en una experiencia desmotivadora e imponerte un freno a tu carrera profesional, que no va contigo. Aquí está la señal: es hora de cambiar de trabajo.
Hay situaciones que se ven venir de lejos, como es el caso de un proceso de reestructuración en tu empresa. Así, si vemos que nuestro puesto de trabajo corre peligro de ser eliminado, y no sabemos si tendremos opción de cambiar a otro departamento u optar a otro cargo, bien puedes intentar hablarlo con tu jefe, o bien puedes ver ante ello una nueva oportunidad de cambiar de trabajo y encontrar mejoras profesionales.
De igual modo, si en esa reestructuración tu puesto en vez de ir a mejor va a peor, es decir, te reubican por ejemplo en una categoría inferior y sientes que ese no es tu sitio, no hay señal más clara para tomar la firme decisión de que es el momento de ponerte a buscar un nuevo trabajo.
Está claro que un cambio de empleo no es sencillo, ¡pero tampoco imposible! Requiere de planificación y constancia y, sobre todo, de evitar llevar a la máxima dimensión los aspectos negativos de lo que puede suponer el cambiar de trabajo.
Esto último es lo que siempre nos hará no movernos de nuestra ‘zona de confort’. De hecho, siempre intentaremos justificar lo injustificable, de tal forma que, cada vez más, nos sentiremos insatisfechos y menospreciados.
Para evitar llegar a este punto, comienza cuanto antes a analizar qué es lo que quieres conseguir al cambiar de trabajo. Una vez que has dado este paso, los siguientes que tendrías que dar serían:
Quizás ha llegado el momento de trabajar en lo que realmente te gusta. Tu trabajo hasta ahora no ha sido el mejor y tienes la necesidad de demostrarte que eres capaz de conseguir lo que te propongas. ¿Y si realmente lo que quieres es cambiar de trabajo pero que no tenga nada que ver con lo que has hecho hasta ahora?
No te preocupes si, por ejemplo, no tienes experiencia profesional en la nueva área profesional a la que quieres optar. Es decir, no te has dedicado expresamente a ese puesto de trabajo pero puede que sí que tengas las competencias necesarias para desempeñarlo.
Aquí el objetivo es convencer al técnico de selección de que puedes realizar las tareas que se solicitan de forma óptima. Para ello bien puedes enumerar los puestos que te interesan y que consideras que realmente podrías desempeñar y, sobre todo, a qué otros sectores puedes adaptar tu experiencia profesional hasta el momento. Así podrás destacar las funciones que más relacionadas están con el puesto para el que eres candidato.
¿Y si volver a estudiar fuera la solución? Por fin sabes a lo que realmente quieres dedicarte, ¿por qué no apostar por formarte de nuevo? Seguramente la opción profesional que hiciste en un principio no fue la mejor, ¿por qué no cambiarlo?
La solución puede estar en realizar una FP que te motive y que se adecúe a lo que realmente sí que te gusta. En ILERNA tienes la opción no sólo de realizarla presencialmente, sino también en la modalidades de online y semipresencial, con las que puedes adaptar tu vida personal y laboral a tus estudios.
Además, cuentas con una amplia variedad de ciclos donde encontrar tu verdadera vocación y dar un giro de 360 grados a tu trayectoria profesional. Ya sean en los de sanidad, imagen y sonido, marketing y comercio, informática y telecomunicaciones, administración y gestión, seguridad y medio ambiente, hostelería y turismo, servicios socioculturales o deporte, ILERNA es el lugar adecuado para ti a la hora de coger las riendas de tu vida y decirte por cambiar de trabajo.
Observadora e inquieta, enamorada del periodismo desde chica, abandoné los olivos de mi Jaén natal para trasladarme a Madrid. Las agencias de noticias y la televisión han formado parte de mi trayectoria profesional, pero, sobre todo, el mundo multimedia, donde he desarrollado gran parte de mi carrera. Desde hace unos años me dedico a la comunicación corporativa, donde sigo creciendo, gracias a la oportunidad de trabajar con herramientas tan atractivas como el blog de ILERNA.
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