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Un procedimiento aparentemente tan sencillo como someterse a una resonancia magnética puede convertirse en una experiencia muy estresante, especialmente para aquellos pacientes que sufren cierto temor a los espacios cerrados. Sobre todo, si les supone una verdadera fobia, ya que puede suponerles ataques de pánico que imposibilitan la realización de la prueba, como es el caso de los pacientes que padecen claustrofobia en las resonancias magnéticas.
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Aproximadamente 4 de cada 100 pacientes no son capaces de terminar una resonancia magnética por claustrofobia, es decir, miedo a los espacios cerrados.
El estudio elaborado en 2017 por Salem Ah Sing Kog, que trabajó en el Departamento de Radiología Diagnóstica del Hospital General de Singapur, trataba sobre el procedimiento de introducir a la persona en la camilla en el interior de la máquina, alrededor de 40 minutos, con un sonido fuerte y molesto, mientras está dentro de un espacio estrecho y sin posibilidad de hacer movimientos.
Se estima que alrededor de un 2,5% de las resonancias magnéticas en todo el mundo no llegan a realizarse o se efectúan de forma inapropiada por la claustrofobia. Estas son algunas de las causas que la provocan:
Cuando años después hay algo que recuerda ese hecho, las reacciones de alerta se activan y aparecen los síntomas del miedo. Pensamientos como “me ahogo”, “no puedo respirar” o “voy a morir” aparecen de manera automática.
Aprendemos de su vivencia y adquirimos nosotros el miedo. Como consecuencia, la persona intenta escapar o evitar cualquier lugar pequeño que le haga sentir esa experiencia tan desagradable, sin hacer frente ni manejar la ansiedad que le genera esa situación.
Principalmente si ha sido de niño, asocia el temor y la ansiedad en situaciones similares.
Las reacciones a la resonancia para los que tienen claustrofobia que pueden ir desde la falta de aire, a la opresión en el pecho o taquicardias. En determinadas personas estos síntomas aparecen sin previo aviso: el paciente no tenía antecedentes claustrofóbicos y empieza a sufrir una crisis inesperada.
La necesidad imperiosa de salir de ese ‘encierro’ no debe subestimarse, pues puede afectar de forma severa a la calidad de vida del paciente, por lo que es necesario tomar medias preventivas.
Para algunos pacientes, el hecho de que los especialistas traten sus dudas antes de la exploración ayudará a disipar su ansiedad, de ahí la importancia de que el profesional se sensibilice con la situación.
Así podrán existir varias maneras de que los pacientes puedan hacerse una resonancia magnética sin sentir claustrofobia, sea leve o grave. Por ejemplo, algunos pacientes necesitarán que se les muestre el escáner o que les permitan entrar en la cavidad de la resonancia magnética antes de hacer la prueba, para su mayor tranquilidad.
Hay que tener en cuenta que algunos pacientes claustrofóbicos en resonancias magnéticas tienen pesadillas en los días previos a realizarse la prueba, ya que es algo que le preocupa desde el momento en el que saben el día y hora en el que van tener que pasar por ello.
De ahí que permanecer junto al paciente durante toda la prueba o permitir la presencia de familiares y acompañantes, así como realizarla durante un horario como el nocturno, favorece la tranquilidad.
Existen varios trucos para que el paciente pueda superar la claustrofobia a la resonancia magnética. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos que contribuyen a que se sienta más relajado cuando se tiene que someter a una resonancia magnética.
Evitar tener hambre durante la prueba, beber agua antes de iniciarla e ir al baño, es completamente indispensable ya que la prueba puede durar en total una hora y media.
Vestir ropa cómoda y holgada, y evitar hebillas, bisutería y cualquier elemento metálico, ya que están completamente prohibidos a la hora de realizar
Pedir al técnico que explique cómo es la prueba, la posición, el ruido, el intercomunicador o la duración. Además, la persona puede sentirse más cómoda si ve la máquina antes del escaneo.
Dejar una almohada para la cabeza y una manta, proporciona sensación de mayor confort. Practicar unas técnicas de respiración o buscar un lugar tranquilo antes de someterse a la prueba, pueden dar buen resultado.
Así el paciente podrá ver el exterior durante la exploración, aunque otra solución también puede ser el permitir que se tape los ojos durante la prueba.
Los pacientes claustrofóbicos llegan a la resonancia magnética muy asustados, por eso empatizar con su medio, explicándole toda la información que requiera, es clave. Y no sólo eso, aportarle además consejos útiles en los que deben de trabajar antes de hacerse la prueba, son un elemento primordial para que todo vaya sobre ruedas.
Algunas estrategias que pueden llevarse a cabo para superar la claustrofobia en resonancias magnéticas son, por ejemplo, preparar mentalmente al paciente con imágenes o recuerdos agradables para rememorarlos durante la resonancia. También enseñarle técnicas de relajación que pueden practicar en casa antes de realizarse la prueba.
De hecho, algunos centros sanitarios tienen implantado el Protocolo de Atención a Pacientes Claustrofóbicos cuyo éxito en muchos casos roza el 100%, ya que ayuda a que estas personas superen sus miedos.
Los avances de las resonancias magnéticas refuerzan y amplían la capacidad del diagnóstico del hospital en cantidad y calidad, además de que proporcionan una mayor precisión en el diagnóstico.
Pero al mismo tiempo que se producen avances en las propias máquinas, también es necesario mejorar el confort de las salas, lo que contribuye a una mayor tranquilidad para los pacientes con claustrofobia a las resonancias magnéticas.
Proporciona no solo mayor confort para el paciente, sino también mayor eficiencia energética y más eficiencia también al proporcionar diagnósticos más precisos y en menos tiempo.
Las condiciones térmicas deben adecuarse ya que normalmente estas salas están por debajo de la temperatura ambiente. Siempre tener a mano una manta, ayuda a que el paciente se sienta más cómodo.
Diseños únicos y agradables pera que el paciente se sienta más seguro y cómodo.
La persona a evaluar suele ser introducida en una camilla en el interior de la máquina, en un espacio estrecho y reducido sin posibilidad de realizar movimientos, algo muy difícil para una persona con claustrofobia a las resonancias magnéticas cerradas.
Además de estar quieto y encerrado y permanecer unos 40 minutos con un sonido estridente bastante molesto. Pero hoy en día existen otras alternativas más innovadoras.
El diagnóstico por imagen suele realizarse con equipos en los que la persona a evaluar es introducida con una camilla en el interior de una máquina, pero la alternativa de las resonancias abiertas aporta resultados muy similares a las cerradas pero de una forma más cómoda y poco invasiva.
Además, las resonancias magnéticas abiertas aportan resultados muy similares a las cerradas pero de una forma más cómoda y poco invasiva y, sobre todo, sin causar tanto malestar a las personas con claustrofobia y a los menores.
A ello se suma que las resonancias abiertas tienen más beneficios ya que reducen el ruido un 30%, tienen un menor consumo de energía anual y producen menos emisiones de CO2.
En 20219 se realizó una investigación en el Hospital General de Singapur en el que se utilizó Inteligencia Artificial para reconstruir imágenes. Con esta técnica se pueden reducir enormemente el tiempo de adquisición de imágenes por resonancia magnética, por lo que los pacientes pasan mucho menos tiempo en el escáner.
Esto ayuda a reducir la ansiedad y las molestias de los pacientes que se sienten incómodos en espacios cerrados, sobre todo si son pacientes claustrofóbicos en resonancias magnéticas.
Los especialistas aconsejan mantener los ojos cerrados en pacientes con claustrofobia en resonancias magnéticas. Además, apoyar la cabeza en una almohada y usar una manta si se tiene sensación de frío, también ayuda.
La relajación también es clave, y es fundamental aprender a hacerlo en una resonancia. Hay técnicas de respiración que el paciente puede practicar varias veces al día antes de la realización de la resonancia magnética.
En muchas ocasiones el paciente solicitará tomar un tranquilizante antes de una resonancia magnética, pero se recomienda recurrir a a los métodos citados anteriormente para evitar posibles efectos secundarios.
Hay que tener en cuenta que la resonancia magnética emplea un campo magnético potente para crear imágenes detalladas de la parte interna del cuerpo, por lo que tras la misma habría que seguir las siguientes recomendaciones:
Por último, es muy importante la atención sanitaria basada en la cooperación entre profesionales y personas afectadas, un proceso en el que también hay que contar con la participación directa de la familia o entorno cuidador más próximo. Se crea así una red de apoyo complementaria entre sí en la que todas las partes ganan.
Observadora e inquieta, enamorada del periodismo desde chica, abandoné los olivos de mi Jaén natal para trasladarme a Madrid. Las agencias de noticias y la televisión han formado parte de mi trayectoria profesional, pero, sobre todo, el mundo multimedia, donde he desarrollado gran parte de mi carrera. Desde hace unos años me dedico a la comunicación corporativa, donde sigo creciendo, gracias a la oportunidad de trabajar con herramientas tan atractivas como el blog de ILERNA.
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