¿Qué son las barreras arquitectónicas y cómo se clasifican?

Las barreras arquitectónicas son obstáculos que dificultan el acceso y circulación de las personas con discapacidad o movilidad reducida en todo tipo de espacios. En este artículo hablamos sobre los diferentes tipos de barreras arquitectónicas y cómo afectan a los usuarios.

En pleno siglo XXI, cualquier ciudad o municipio debería ser accesible arquitectónicamente con el fin de que todos los ciudadanos puedan moverse con total libertad, independientemente de cuál sea su condición física y psíquica. La accesibilidad arquitectónica está regulada en diferentes leyes, como veremos más adelante, para garantizar la igualdad de oportunidades de todas las personas.

¿Qué son las barreras arquitectónicas?

Imagina que, cada día, para salir de tu casa tienes que sobrepasar un muro de medio metro. Si tu salud es óptima, no será ningún reto. Pero ahora imagina que te has roto una pierna y no hay nadie que pueda ayudarte a saltarlo. Cada día, miles de personas se encuentran frente a grandes dificultades para poder moverse con autonomía, incluso en su propio hogar. Concretamente, en España, la movilidad reducida es una de las principales causas de discapacidad, y afecta a 54 personas de cada 1000.

Las barreras arquitectónicas son todos aquellos obstáculos que impiden o dificultan la independencia de las personas para acceder, moverse o llegar a espacios y servicios comunitarios. Se encuentran en espacios públicos y privados, y perjudican sobre todo la calidad de vida de las personas con discapacidad o movilidad reducida. Por esta razón, su eliminación es fundamental para garantizar la accesibilidad universal.

En España, la ley de eliminación de barreras arquitectónicas contempla la supresión de obstáculos en los espacios comunes de edificios de uso público y privado, y las condiciones básicas de no discriminación. Además de la ley mencionada, hay otras normativas que incumben a la eliminación de estas barreras como:

• Ley 1/2013, de 29 de noviembre, de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social.
• Real Decreto 505/2007, de 20 de abril, sobre condiciones básicas de accesibilidad de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y edificaciones.
• Ley 8/2013, de 26 de junio, sobre la rehabilitación, regeneración y renovación urbanas (LRRR).

Tipos de barreras arquitectónicas

Existen diferentes tipos de barreras arquitectónicas:

• Barreras arquitectónicas urbanísticas (BAU). Las barreras arquitectónicas urbanas están presentes en vías y espacios de libre circulación. Por ejemplo, el desnivel que a veces hay entre la acera y el paso de peatones es una barrera arquitectónica, ya que impide que las personas con silla de ruedas o con un cochecito de bebé puedan circular cómodamente.
• Barreras arquitectónicas de edificación (BAE). Están presentes en el interior de los edificios, tanto públicos como privados. Un ejemplo sería la falta de un ascensor para acceder a los pisos superiores en restaurantes y cafeterías.
• Barreras arquitectónicas de transporte (BAT). Este tipo de barreras impiden o dificultan el uso del transporte público al no tener sus instalaciones adaptadas. En España, por ejemplo, las estaciones de metro y tren están cada vez más adaptadas.
• Barreras de comunicación (BC). Son las que impiden o dificultan la emisión y recepción de mensajes por parte de personas con algún tipo de discapacidad. Por ejemplo, semáforos sin sonido, ascensores sin el panel de botones traducido al Braille, etc.

10 ejemplos de barreras arquitectónicas

Algunos ejemplos de barreras arquitectónicas que podemos encontrar en nuestro día a día son las siguientes:

• Escaleras sin rampas o ascensores accesibles. Las escaleras son una de las principales barreras arquitectónicas. La falta de rampas o de ascensores adaptados limita el acceso a pisos superiores o espacios elevados. Por lo tanto, una solución a este problema sería instalar rampas, ascensores accesibles o sillas mecánicas.
• Aceras sin rampa en los bordillos. En la vía pública todavía encontramos muchas calles cuyas aceras no tienen rebajes. Esto dificulta que las personas con movilidad reducida, silla de ruedas o cochecito de bebé puedan cruzar con facilidad.
• Baños no adaptados. Los baños públicos o privados pequeños, que no cuentan con barras de apoyo o puertas amplias, dificultan el acceso y la movilidad de muchas personas. Una solución habitual es adaptar al menos un baño para que sea más espacioso y accesible.
• Pasillos, calles y puertas estrechas. Igual que en el caso anterior, la falta de espacio impide el acceso y la libre circulación de las personas hacia diversos espacios.
• Mala señalización para personas con discapacidad visual. La falta de señalización táctil o en Braille es un problema para las personas con discapacidad visual, ya que les dificulta orientarse por sí mismas. Una solución a este problema es instalar señales sonoras en los pasos de cebra o mapas táctiles en los edificios.
• Interruptores, pulsadores y enchufes inaccesibles. En ocasiones, el acceso a botones se encuentra fuera del alcance de personas en silla de ruedas. Situarlos a una altura adecuada permite que puedan ser usados por cualquier persona.
• Transporte no adaptado. Otra de las barreras arquitectónicas más notorias es la falta de transporte público no adaptado. Por ejemplo, trenes o autobuses que no tienen anclajes de seguridad o espacio suficiente para sillas de ruedas.
• Infraestructuras en malas condiciones. La falta de mantenimiento en las infraestructuras públicas y privadas también constituye una barrera arquitectónica. Por ejemplo, iluminación insuficiente en espacios públicos, pavimentos resbaladizos o con baldosas mal colocadas, alfombras que no están pegadas al suelo, etcétera.
• Mobiliario urbano mal colocado. A veces, los bancos, señales de tráfico, semáforos o papeleras pueden estar en medio de la acera. Esto bloquea el paso de personas con movilidad reducida o discapacidad visual.
• Zonas de estacionamiento sin plazas reservadas. Los parkings u otras zonas de estacionamiento deben contar con varias plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida. Además, estas deben ser más amplias y estar situadas en espacios accesibles y cercanos a los edificios.

¿Por qué es importante eliminar las barreras arquitectónicas?

Eliminar las barreras arquitectónicas es crucial para asegurar que todas las personas tengan igualdad de acceso y movilidad en espacios públicos y privados. Esto no solo mejora la calidad de vida y la independencia de estas personas. También ayuda a crear infraestructuras e instalaciones más eficientes y útiles para toda la ciudadanía.

Es cierto que se ha avanzado mucho en la eliminación de estas barreras, pero todavía queda mucho por hacer. Por ejemplo, desde diciembre de 2017, todos los edificios de viviendas deben ser accesibles para personas con discapacidad y mayores de 70 años. Por ello, las comunidades de propietarios han tenido que sustituir las escaleras del portal por ascensores, rampas u otros dispositivos mecánicos que faciliten la movilidad en la finca de todas las personas.

Desde el ámbito de la intervención social, se hace hincapié en la importancia de suprimir estos obstáculos para mejorar el bienestar social. Por ello, la accesibilidad y las barreras arquitectónicas son algunos de los conceptos que estudiarás en el ciclo de Grado Superior de Integración Social.