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¿Sabías que solo el Alzheimer afecta a 40 millones de personas en todo el mundo? Las enfermedades neurodegenerativas son todavía un gran desconocido, pero es importante conocerlas. Saber qué efectos tienen y como se desarrollan. Hoy te introducimos a las 5 enfermedades neurodegenerativas más comunes.
Enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson son más frecuentes entre la población envejecida. El incremento de la esperanza de vida ha influido en el aumento de casos de personas que las sufren. No obstante, también son enfermedades que se dan entre personas menores de 50 años. Por otro lado, encontramos entre las enfermedades comunes tres que se manifiestan a edades mucho más tempranas.
A finales de 2020, los datos en España mostraban que unas 800.000 personas padecen esta enfermedad a día de hoy solo en nuestro país. Es el tipo más común de enfermedad neurodegenerativa y, dado que las mujeres mantienen una esperanza de vida más elevada, son las que más lo padecen. Con una diferencia de 3 mujeres por cada hombre.
Este trastorno acaba progresivamente con las funciones intelectuales de la persona. Se impone como la principal causa de demencia entre nuestros mayores. Entre un 60 y un 80 por ciento de los casos de demencia se deben al Alzheimer. Si bien es más común entre las personas mayores de 65 años, también existen casos entre población más joven. A esto se le conoce como Alzheimer de inicio temprano.
¿Cómo avanza esta enfermedad? En primer lugar, quedan afectadas las partes del cerebro destinadas a la memoria, el razonamiento y el lenguaje. Es una enfermedad que empeora progresivamente con el tiempo. Más adelante, estos síntomas se agravan y se avanza en el desaprendizaje, perdiendo la capacidad de conversar o responder a lo que le rodea. En esta etapa avanzada las personas son completamente dependientes.
Debemos tener en cuenta que esta no es una enfermedad que se padece inevitablemente en la vejez.
Pese a la investigación continua para evitar el desarrollo y avance de la enfermedad en las personas afectadas, todavía no se ha hallado una cura. Pero sí existen tratamientos para paliar y retrasar el avance de los síntomas.
Según la Sociedad Española de Neurología, a fecha de abril de 2021 hay entre 120.000 y 150.000 personas que padecen Parkinson en España. Aumentando en 10.000 nuevos casos cada año. Si bien esta enfermedad también se caracteriza por afectar a la población mayor de 65 años, actualmente un 15% de las personas que sufren Parkinson son menores de 50 años.
En este trastorno degenerativo se produce una sucesión de daño y degeneración de las neuronas encargadas de producir dopamina, esencial para el movimiento. De esta forma podemos percibir en las personas que lo padecen una lentitud y rigidez en los movimientos que realizan de forma voluntaria y a la vez, temblores al estar en reposo. Aunque estos temblores no se dan en todas las personas.
Sin embargo, la cara más desconocida y en silencio del Parkinson es la afectación en la salud mental de la persona. Hasta en un 40% de las personas diagnosticadas, el síntoma más temprano es la depresión. También se encuentran alteraciones del sueño o trastornos cognitivos. Como ves, esta enfermedad puede provocar manifestaciones muy distintas entre los individuos. Más aún entre hombres y mujeres, además, los hombres tienen una tendencia dos veces mayor a padecer esta enfermedad pero son las mujeres las que sufren un avance más rápido.
Esta enfermedad daña el material que rodea y protege las neuronas. Estas son lesiones crónicas que proceden a bloquear o ralentizar la comunicación entre cerebro y cuerpo. Dado que los impulsos nerviosos dejan de poder fluir. Afectando al cerebro y la médula espinal, que componen el sistema nervioso central.
Se califica como enfermedad autoinmunitaria porque al producirse este daño en la capa protectora de la neurona, el propio sistema inmunitario ataca el sistema nervioso, causando una inflamación.
A pesar de afectar más a las mujeres, no se sabe con exactitud si la enfermedad es causada por una mutación genética o un virus, por lo que los factores externos y ambientales podrían influir en su aparición.
Pese a que hay tratamientos para reconducir y mejorar los síntomas de la enfermedad, no existe todavía una cura. Si los síntomas se agravan, puede causar discapacidades relacionadas con la movilidad, aunque en cada caso individual la enfermedad avanza o remite de formas distintas.
A diferencia del Alzheimer o el Parkinson, la esclerosis múltiple suele ser diagnosticada en personas de entre 20 y 40 años y son las mujeres las que tienen una tendencia de dos a tres veces mayor a desarrollar esta enfermedad.
Tal vez hayas oído hablar de esta enfermedad por el reto viral de 2014 “Ice Bucket Challenge”, donde en redes sociales las personas volcaban un cubo de agua helada sobre su cuerpo. Esta iniciativa logró recaudar 185 millones para la investigación médica del ELA y ayudó a concienciar a otros tantos millones de personas. El físico Stephen Hawking también la padecía y es, tal vez, su cara más visible.
Esta enfermedad supone una parálisis progresiva, donde las funciones cerebrales que no están relacionadas con la motricidad (el movimiento), la inteligencia y la sensibilidad se mantienen intactas.
Esta afección se da en las neuronas y la médula espinal, encargadas de la motricidad voluntaria. En este sentido, las neuronas encargadas de enviar las señales de movimiento a los músculos mueren, lo que causa una debilidad en los músculos. Empeora lentamente y puede ser fatal cuando los músculos en la zona torácica cesan su funcionamiento, impidiendo la respiración y la ingesta de alimentos.
Al igual que en el caso de la esclerosis múltiple, los síntomas empiezan a mostrarse en edades tempranas, entre 20 y 30 años de edad.
Esta es de origen hereditario y se manifiesta en un principio por los movimientos irregulares de un músculo o grupo de músculos. Implica para la persona que lo padece torpeza en el movimiento y problemas de equilibrio. Esto es causado por el desgaste en el sistema nervioso de algunas de sus células. En estadios más avanzados de la enfermedad se manifiesta el impedimento para hablar, caminar e ingerir alimentos.
¿Qué lo causa? Como hemos mencionado, esta es una enfermedad de origen genético y se debe a un defecto en el cromosoma 4, causando una repetición excesiva en el ADN. Cuando este gen se pasa de padres a hijos, las repeticiones aumentan, haciendo que las probabilidades de manifestar la enfermedad a edades cada vez más tempranas sean mayores. A pesar de ello, la edad media en que se empiezan a mostrar los síntomas son los 40 años de edad, presentando también una tendencia a padecer problemas cognitivos y de comportamiento.
Esta enfermedad tampoco tiene cura de momento, pero tampoco se ha encontrado todavía la manera de frenar su avance. Solo se atienden los síntomas mediante medicación.
Como has podido ver, para ninguna de estas enfermedades se ha encontrado todavía una cura, pero sí que en la mayoría podemos tratar los síntomas o ralentizar su avance.
Es por ello que la investigación médica es tan importante. Para mejorar la calidad de vida de tantas personas y evitar que estas enfermedades continúen manifestándose tanto en jóvenes como en mayores.
La demanda de profesionales que traten con personas afectadas por estas enfermedades es constante. El trato, acompañamiento y servicio a pacientes con dolencias neurodegenerativas mejorará su calidad de vida exponencialmente.
Si te ha interesado saber más sobre las 5 enfermedades neurodegenerativas más comunes, tal vez te interese formarte en el ámbito sanitario como Técnico/a en Cuidados Auxiliares de Enfermería.
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