¿Qué es una acción de RSC o Responsabilidad Social Corporativa?

Con este artículo aprenderás qué es la RSC o Responsabilidad Social Corporativa y, sobre todo, cómo puede beneficiar a una compañía que necesite mejorar su imagen. El profesor de ILERNA Online, Eduardo Mainz, nos habla de sus principales objetivos.

Parece que ser socialmente responsable está de moda. Si echas un vistazo a las campañas de publicidad de los últimos años, te darás cuenta de que cada vez hay más marcas dispuestas a apostar por proyectos de carácter cultural, social o medioambiental. Desde acciones para fomentar la protección del ecosistema marítimo, como el anuncio de Estrella Damm; hasta campañas que promueven mensajes de igualdad de género, como Nike y el Dream Crazier.

Todas estas iniciativas, que buscan dar visibilidad y concienciar a la sociedad, se alinean con la RSC o Responsabilidad Social Corporativa, que puede integrarse en la propia cultura empresarial de la compañía. Eduardo Mainz, profesor de nuestro ciclo de FP en Marketing y Publicidad, nos explica qué significa este término y por qué las empresas invierten aquí.

¿Qué es la RSC?

Este concepto se relaciona con todas aquellas actividades impulsadas por empresas o instituciones que buscan generar un impacto positivo en la sociedad y que, para conseguirlo, promueven, apoyan o fomentan iniciativas sociales de distinta índole. En principio, las acciones de RSC no persiguen un retorno económico directo sino que influyen en cuestiones de percepción de marca y de generación de confianza (tanto en sus trabajadores como en el mercado).

Históricamente, las compañías han estado vinculadas a diferentes causas sociales pero, hasta estos últimos años, el sector empresarial no había prestado gran atención a este ámbito. Ahora las empresas han entendido que pueden aprovechar estas causas para su propio beneficio, ya que posicionándose a favor de ellas consiguen un doble objetivo.

La importancia de la percepción de marca

En primer lugar, las empresas pueden mejorar su imagen. Es muy habitual que las compañías, a causa de su propia actividad, generen una percepción negativa en la sociedad, una imagen de entidad centrada en los beneficios económicos que no se preocupa por nada más que eso. Si estas empresas se posicionan a favor de causas sociales transmiten que no son sólo entidades centradas en su rendimiento, sino que están pendientes de sus clientes, de su bienestar y de la sociedad en general.

Es común que las empresas que han sufrido una situación de crisis de imagen realicen después acciones socialmente positivas, ya sea con el medio ambiente, sus trabajadores o con la sociedad en general. Por ejemplo, las entidades financieras suelen tener problemas de imagen recurrentes, sobre todo, piensa en cómo se percibían después de la crisis económica de 2008. Por este motivo, es común ver campañas de RSC en este sector. ¿Dejarías tu dinero en manos de un banco que no te inspirara un mínimo de confianza?

RSC como valor diferenciador de marca

Otro motivo por el cual las empresas están abrazando las acciones de RSC es que, al encontrarnos en un mercado globalizado y competitivo, la diferenciación es clave. Las compañías tienen que aprovechar cualquier variable para diferenciarse de sus competidores, es decir, necesitan destacar por algo, ya sea por el precio, la distribución, el producto o, en este caso, las acciones de responsabilidad social corporativa.

El consumidor tiene que percibir alguna diferencia que le haga fijarse en nosotros (antes que en el competidor), no sólo para conseguir aumentar nuestra cuota de mercado, sino también para desbancar a otras alternativas y sacarles del mercado. La marca de lácteos La Fageda, por ejemplo, se basa en un modelo de negocio socialmente comprometido y, sin hacer publicidad de ello, consigue aportar este valor diferencial.

¿Y qué pensamos los clientes?

Una vez hemos hablado sobre las razones que llevan a las empresas a realizar este tipo de acciones, el siguiente punto de vista es el de los consumidores. Como potenciales clientes de estas marcas, nos tenemos que preguntar qué grado de credibilidad consiguen, cuál es su implicación en estas causas. ¿A las empresas les importan de verdad movimientos sociales como el feminismo, desigualdades como el racismo o los problemas medioambientales, entre otros? ¿O únicamente se aprovechan de estas causas para conseguir beneficios económicos?

¡Te toca a ti opinar! Te animamos a compartir tus reflexiones en la sección de comentarios.